El uso del teléfono móvil como despertador ¿es la mejor opción?

No llegaron hace tanto pero ya cuesta imaginar cómo era la vida antes de tener teléfonos móviles. En un primer momento eran la solución ideal para comunicarnos con nuestros seres queridos cuando no estábamos en casa pero, poco a poco, se fueron haciendo un hueco hasta utilizarlos prácticamente para todo. A modo de agenda, para 'chatear', para entretenernos, para estar al día de las noticias, para hacer fotografías e incluso, para despertarnos. Así es, gran parte de la población utiliza su 'smartphone' como sustituto del despertador con todo lo que esto conlleva y hace que nos tengamos que preguntar pero si realmente, es bueno para la salud.

Uno de los principales miedos que rodean a los móviles es si producen cáncer y, aunque es algo de lo que no hay ninguna evidencia y los estudios que se han realizado no han podido demostrarlo, hay quien sigue aconsejando utilizarlos con respeto.

Para ello, una de las decisiones que se puede tomar es dejar de utilizarlos como despertador. Es cierto que es muy cómodo, simplemente hay que seleccionar la hora, colocarlo en la mesilla y él se encargará de despertarte. En muchos casos aunque se haya quedado sin batería y en otros, a pesar de que se te olvide tener en cuenta el cambio de hora. Sin embargo, hay muchos motivos por lo que no se debe utilizar el móvil como despertador, vamos a verlas.

Al llevarte el teléfono a la cama es casi imposible que no lo mires antes de acostarte y, cuando pensabas poner la alarma y poco más, acabas saltando durante media hora mínimo entre todas las redes sociales y aplicaciones que aparecen en su pantalla. Pero eso no es lo peor, si por algún motivo te despiertas a media noche y te cuesta dormirte, lo normal es que cojas el teléfono y como consecuencia, termines des desvelarte. De hecho, un estudio asegura que el 7% de las personas se desvelan por este motivo

Al colocar el teléfono en la mesilla es casi seguro que será lo último que veas al acostarte y lo primero que mires al levantarte. Pero además, si no lo pones en «modo avión» cada vez que te llegue un mensaje te avisará, aunque lo tengas en silencio, la pantalla se iluminará y sentirás la necesidad de mirarlo, una y otra vez.

La fuerte luz de la pantalla puede afectar a la melatonina, es decir, la hormona que regula el sueño haciendo que disminuya su producción y por lo tanto, que sea más complicado dormirse. Además, la llegada de mensajes puede hacer que te espabiles cuando estás a punto de conciliar el sueño y el efecto sea el temido insomnio.

Las vibraciones o luminosidad de las pantallas, el recibir mensajes o lo que puedas leer en la pantalla antes de dormirte altera el sistema nervioso en lugar de relajarlo, lo que sería más conveniente al acostarse. Por eso los expertos recomiendan que se deje de mirar el teléfono entre una hora y dos horas antes de acostarse.

Esto se debe principalmente a la falta de sueño, no descansar correctamente por las noches tiene efectos nocivos para la salud. Pero además, la constante interrupción por mensajes y la falta de sueño puede desembocar en estrés y malhumor.

Comprar un despertador y dejar el teléfono fuera de la habitación puede ser una gran inversión para tu salud pero además, ganarás tiempo para hacer otras cosas como leer, hablar con tu pareja si la tienes y sobre todo, desconectar del mundo 'online' que tan absorbidos nos tiene.

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