Ahora los llamamos «superalimentos» pero siempre han estado ahí

Una etiqueta para reconocerlos, aunque siempre han estado en las despensas de nuestras madres y por algo sería ·
Como ahora hay que ponerle un nombre llamativo prácticamente a todo para que sea noticia y capte la atención, se les llama superalimentos aunque son de sobra conocidos, pero sus beneficios parece que se nos habían olvidado

pilar fonseca

Lunes, 24 de enero 2022, 02:40

Empezar el año comiendo mejor debería ser uno de esos propósitos que salen solos y no de los que se quedan olvidados, cada año, en las listas de buenos propósitos de casi todos.

Proteínas de alta calidad, carbohidratos complejos, fibra, ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes, son algunos de los elementos que esconden los que ahora se han empezado a llamar «superalimentos» pero que desde hace años llevan entrando en las neveras y formando parte de la alimentación de millones de personas en todo el planeta.

Es cierto que muchos están olvidando cómo se cocinaba y otros tantos, directamente no han aprendido nunca a cocinar más allá de la socorrida tortilla francesa, así que este es el momento de conocer estos alimentos o por lo menos de recuperarlos para que formen parte de la dieta habitual y sobre todo, de la dieta de niños y adolescentes.

Superalimentos de toda la vida

Salmón: es un pescado con alto contenido en ácidos grasos esenciales, más de un 5% son las llamadas «grasas buenas» . Tiene un alto contenido de DMAE (dimetilaminoetanol) un potente activo contra el envejecimiento que se relaciona muy positivamente con las funciones cerebrales.

Agua: La deshidratación es un problema muy importante al que damos muy poca importancia. Estar mal hidratados hace más difícil para nuestro organismo la metabolización de las grasas e impide que se eliminen rápidamente los residuos.

Té verde: Para muchas personas es un básico en su dieta por contener interesantes polifenoles y antioxidantes que estimulan el metabolismo y ayudan a ralentizar el envejecimiento celular.

Aceite de oliva virgen extra (AOVE): está compuesto en un 75% de ácido oléico, una grasa monoinsaturada que hace que descienda el LDL o «colesterol malo», tiene altos niveles de polifenoles que ayudan a neutralizar los radicales libres en nuestro organismo.

Avena: Es rica en fibra, en grasas monoinsaturadas, tiene proteínas vegetales muy interesantes en su composición, ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial, mejora la absorción de nuestro sistema digestivo y es muy beneficiosa a la hora de regular el azúcar en sangre.

Lácteos: Siempre sin edulcorantes y por supuesto bajos en sal. Los dos más recomendados son el yogur y el kéfir porque ambos contienen una importante cantidad de bacterias muy beneficiosas para la salud intestinal y la mejora de la absorción de los alimentos.

Verduras de hoja verde: La sposibilidades de incluirlas en nuestra dieta son prácticamente infinitas, desde una sopa de brócoli a una crema de espinacas o unos espárragos trigueros a la plancha, son sólo algunos ejemplos en los que encontramos nutrientes como el calcio o el magnesio que retrasan el envejecimiento celular y potentes antioxidantes como la Vitamina C.

Las frutas y los frutos del bosque también se consideran superalimentos Fotolia

Frutas y frutos rojos o del bosque: Son unos potentes antioxidantes que ayudan a ralentizar la oxidación celular y al mismo tiempo tienen un bajo contenido glucémico con lo que ayudan a quemar la grasa corporal.

Cacao puro: En pequeñas dosis es un potente antioxidante que nos protege de los radicales libres por el alto contenido que tiene en magnesio. El cacao regula los niveles de azúcar, ayuda a asimilar más y mejor el calcio, controla la flora intestinal y además de todo eso protege el sistema cardiovascular, son todo beneficios.

En resumen, una lista con alimentos de proteínas de alta calidad, hidratos de carbono de asimilación lenta, fibra, alimentos con bajo contenido glucémico, con ácidos grasos esenciales que protegen el corazón y ayudan a frenar el envejecimiento celular.

Una lista de alimentos para que la lista de la compra sea la única medicina que tengamos que comprar durante todo el año