Cómo preparar los pies para la llegada de las sandalias

Estamos en mayo, poco a poco las temperaturas suben y se acerca la temporada de las sandalias. Los calcetines se quedan en el cajón y los pies llegan a la primavera en unas condiciones, a veces, que no son las más idóneas para «el destape».

Ha llegado el momento de mimarlos, de dedicarles unas horas, un fin de semana, y ponerlos en forma con unos cuidados básicos de limpieza profunda e hidratación sobre todo.

La primera medida es la de hacer una visita al profesional. Ponerse en manos de un podólogo cuando llega la primavera o se va acercando el verano es una buena costumbre que cada vez practican más personas para tener en cuenta su valoración y consejos de cuidado en esta temporada en la que los pies van a estar más expuestos a distintas agresiones climatológicas como el sol, el calor, el sudor, etc.

El podólogo va a tratar entre otras afecciones la posible hiperqueratosis que se produce por el aumento de la presión en zonas muy concretas del pie. Popularmente son los famosos «callos» que se pueden producir por deformaciones o por el uso continuado de un determinado tipo de calzado.

Además, el podólogo va a corregir los posibles errores que se cometen al cortar las uñas de los pies que en demasiadas ocasiones degeneran en problemas de salud incómodos e incluso dolorosos que hay que solucionar o evitar lo antes posible.

Limpiar a fondo la piel y así conseguir que los productos de tratamiento actúen mejor y durante más tiempo. Lo más recomendable es empezar con una exfoliación semanal durante toda la temporada en la que los pies van a estar más expuestos. La piel muerta que va engrosando la epidermis se desprende con la exfoliación con lo que la piel de los pies se va convirtiendo en una nueva más suave.

La exfoliación ideal para los pies viene precedida de un baño caliente de unos veinte minutos que ablande la piel muerta para que sea más sencilla y eficaz su eliminación.

En este baño de pies puedes añadir al agua caliente sales descongestionantes, por ejemplo para potenciar el efecto beneficioso que vas a conseguir en toda la zona.

Pasado el tiempo y tras secar la piel de los pies, la lima podal o la piedra pómez, en las zonas con mayores durezas, ayudarán a eliminar la mayor cantidad de piel inerte que exista.

Tras la primera exfoliación que puede ser más intensa, las demás que se realizan con una periodicidad semanal, es recomendable que se utilicen productos scrub menos agresivos. Incluso las recetas caseras pueden ser una buena opción para alternarlas con fórmulas más profesionales.

Tras la exfoliación puedes masajear la piel con un aceite esencial o un producto específico para restaurar la hidratación de la piel, su elasticidad y al mismo tiempo favorecer la circulación de la zona.

La hidratación diaria cuando llega el buen tiempo se hace aún más necesaria. Después de la ducha puedes aplicar un producto específico o alternar con la hidratante corporal habitual.

Es muy recomendable aprovechar el momento de aplicar la crema hidratante para realizar un masaje por todo el pie, desde el talón hasta el tobillo sin olvidar la planta del pie y por supuesto la zona del empeine.

Las grietas en los talones son difíciles de eliminar y requieren un poco más de esfuerzo y paciencia en muchas ocasiones.

Se vuelven más frecuentes a partir de una edad, la piel de esta zona también envejece, se deshidrata, se engrosa y se producen las grietas que pueden llegar a ser dolorosas y si no se tratan a tiempo, en algunos casos pueden incluso llegar a infectarse.

Lo mejor es evitar su aparición durante el invierno hidratando con cierta frecuencia los pies, si no es a diario como mínimo sí es recomendable hacerlo dos o tres veces a la semana.

Si ahora que llega el momento de usar calzado abierto las grietas ya están aquí es imprescindible empezar por una pedicura con un profesional que elimine las asperezas más importantes para que después se pueda seguir con una rutina de mantenimiento más sencilla durante la primavera y el verano.

Para tratar las durezas si no son severas lo mejor vuelve a ser una buena exfoliación, decapar la piel más gruesa con limas podales o piedra pómez y recuperar la hidratación de los talones con cremas específicas.

Son muy recomendables para esta zona las cremas ricas en urea que se pueden encontrar fácilmente en el mercado.

Si la necesidad de hidratación es evidente a veces, los expertos aconsejan usar vaselina en la zona que mayor sequedad presenta. Se recomienda su aplicación por la noche con un suave masaje en la zona. A la mañana siguiente el cambio en la piel de la zona es más que evidente.

Después de tener en cuenta los cuidados básicos de los pies cuando nos acercamos al momento del año en el que más tiempo pasan al aire libre es conveniente disfrutar de caminar descalza por la orilla de la playa por ejemplo porque se trata de una actividad que mejora la circulación sanguínea, hidrata la piel, tonifica los músculos de piernas y tobillos y al mismo tiempo, la arena exfolia la planta de los pies de forma natural.

Es muy recomendable caminar descalza por la playa o el césped pero conviene tener en cuenta que en los espacios públicos el hecho de caminar descalza puede provocar una infección por hongos.

En entornos públicos las chancletas o incluso los escarpines son muy recomendables para evitar los incómodos y dolorosos papilomas o verrugas plantales que de producirse deben ser tratadas por un profesional de la salud.