Depende del momento en que se consuma esta bebida, logrará su efecto o no ·
La hora sí importa. Beber café en el momento equivocado puede hacer que el cuerpo reaccione justo al contrario de lo que se busca y, en lugar de espabilarse y activarse, esté más cansado
El café es mucho más que una bebida. Son muchos los españoles que lo tienen casi como una filosofía de vida. Para ellos, es algo imprescindible para activarse cada mañana y enfrentarse a los retos del día sin problema. Hay auténticos amantes de este producto, ... que llegan incluso a decir que no puede vivir sin él y tomarse un café con amigas es uno de los planes que a toda mujer le gusta hacer. Quizá, este sea uno de los motivos por los que también se alzan tantas voces explicando lo beneficioso o lo contraproducente que puede ser para la salud y se pueden encontrar multitud de estudios al respecto.
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Sobre esto hablamos con María Real Capell, farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, que alaba las bondades de la cafeína.«Esta sustancia es un estimulante del sistema nervioso central, aumenta la dopamina y la adrenalina y eleva el umbral del esfuerzo. Además, por el contenido en polifenoles puede ayudar a hacer una serie de bacterias beneficiosas en microbiota».
Los beneficios de esta bebida procedente de Etiopia son muchos. Entre ellos, mejora el rendimiento físico debido, precisamente, a que la cafeína eleva los niveles de adrenalina y favorece la concentración. También reduce el riesgo de padecer cáncer, especialmente algunos tumores como el de hígado -tomarlo a diario puede suponer un 40% menos de posibilidades de sufrirlo-, ayuda a quemar la grasa y disminuye la posibilidad de padecer ciertas enfermedades como la diabetes tipo II, el párkinson o el alzhéimer.
A qué hora no tomar café
La hora a la que consumimos café importa y mucho. Según María Real Capell, «estamos regulados por las horas del sol, por lo que se llama cronobiología, y a las 8 de la mañana producimos una liberación de cortisol regulada por un eje que se llama hipotálamo renal. Si tú, cada día, tomas café antes de las 8, el eje se vuelve 'vago' porque, como ya estimulas tú el cuerpo, piensa 'para que me voy a poner a liberar cortisol si se toma un café a las 7 y me activa solo'. Por eso es importante tomar el café más tarde de las 9 de la mañana».
El cortisol es una hormona que ayuda a combatir el estrés, regula el nivel de azúcar en sangre, ayuda a mantener la presión arterial y a regular el metabolismo. Además, activa los sentidos y ayuda a estar más en forma. En concreto, María Real Capell señala que «el cuerpo produce esta hormona exactamente entre las 8 y las 9 de la mañana, entre las 12 y las 13 horas y entre las 17:30 y las 18:30 de la tarde. Esto es algo que se tiene que tener muy presente a la hora de consumir esta sustancia».
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Si se ingiere café durante uno de estos «picos de cortisol, la cafeína entra en conflicto con el cortisoly afectará al estado de ánimo». La psiconeuroinmunoendocrina señala que «esto no tiene por qué afectar a todo el mundo igual, depende de los susceptible que sea un individuo, pero si lo es mucho, incluso puede afectar a la salud y acabar generando una persona cansada. Además, produce tolerancia y se puede entrar en un bucle de agotamiento».
Por todo esto, las mejores horas para tomar el café son de 9:30 a 11:30 de la mañana y de 13:30 a 17 de la tarde. Más tarde del último pico de cortisol no es recomendable porque puede interferir con el descanso nocturno, tan necesario.
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¿Quién no debe tomar café?
Son muchos los estudios que hay al respecto. Recientemente, uno de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche asegura que consumir esta sustancia a diario disminuye el riesgo de muerte a largo plazo. Aun así, no tiene por qué ser bueno para todo el mundo.
María Real Capell hace hincapié en que «deben tener cuidado con esta bebida las personas con enfermedades autoinmunes, ya que es importante la regulación de cortisol y en este tipo de dolencias, esta hormona y el estrés juegan un papel muy importante». «Además, el café afecta negativamente a la permeabilidad intestinal», añade. Lo ideal es intentar limitarlo si se padecen enfermedades de este tipo. «Si te gusta mucho, máximo uno al día, y es muy importante separarlo al máximo de la medicación. Ocurre lo mismo cuando se toma suplementación, porque disminuye la absorción de la misma», recomienda. Para las personas que no padecen ninguna afección de este tipo «el máximo de tazas de café al día debería ser dos» concluye.
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