Almudena Ávila, en el pantano de Trasona, disfrutando de la piragua. :: OMAR ANTUÑA

«Madrugar, una cumbre y un bocata, mi día perfecto»

Almudena Ávila, responsable de la sección de piragüismo del Grupo Covadonga, pasará el verano entre el pantano de Trasona y la montaña

MIGUEL ROJO

OVIEDO.

Sábado, 3 de julio 2021, 01:49

Almudena Ávila Cantora (Infiesto, 1975) es la responsable de la sección de piragüismo del Real Grupo de Cultura Covadonga, que engloba a un centenar de deportistas, y entrenadora del primer equipo, con varios campeones nacionales e internacionales entre sus filas. «Estamos ganando muchas medallas a ... pesar de que tenemos muchas dificultades y venimos de un año complicado para todos», celebra. Además es profesora interina de Educación Física en el Colegio Público de Pumarín, y pasa la mayor parte de su tiempo libre con sus dos hijos, Diego (11 años) y Saúl (9), que son los que le «dan vida después del trabajo y las preocupaciones». Tiene la suerte de que ambos comparten la afición del piragüismo con su madre «por lo que pasamos mucho tiempo juntos sobre la piragua».

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Sin anillo navegable que llevarse a la boca, encontramos a Almudena en Trasona, en el centro de tecnificación, donde entrena a sus chavales. «Desde el agua o desde el pantalán, estamos desde las 9.30 hasta las 13.30. Mi verano será ese, entrenar para lograr los objetivos que tenemos planteados y las tardes disfrutarlas por las playas asturianas, si el tiempo lo permite».

«Pasaremos también una semana en Piloña, en casa, para ver a la familia», añade. Porque este año, no hay viaje previsto. «Me gusta mucho el sur, suelo ir a Cádiz, pero no me parece todavía que sea el momento para viajar», dice prudente. Además, Asturias la tiene enamorada. «Tengo muchos rincones por ver y conocer, hago siempre que puedo alguna visita a los Picos de Europa». Collado Hermoso es uno de los lugares que tiene siempre apuntados en su agenda. El Tiatordos, desde Taranes o Campu Casu, es otra ruta que recomienda. «Me gusta la naturaleza, así que hay mucho que recorrer, y les playes son maravilloses. Paro mucho en Moracey, junto a Playa Madre, que desde que pusieron el chiringuito se está volviendo 'mainstream'», alerta. Cuando hay pruebas internacionales reserva unos días para viajar y conocer sitios. Así pudo disfrutar de París, Londres, Roma, Budapest, Portugal, Norwich... «Y también estuve en Pekin por los Juegos Olímpicos, fue un sueño cumplido. Fue una experiencia muy curiosa, por el contraste de la cultura china con la que se monta en unos Juegos Olímpicos», rememora.

¿Su día perfecto de verano? «Madrugar, un buen desayuno para empezar a caminar bien temprano, hacer cumbre en Collado Hermoso o el Urriellu, con un buen bocadillo de tortilla con chorizo para rematar». Y, como no puede ser de otra manera para toda una campeona del Sella, la piragua. «El deporte siempre irá conmigo. Espero seguir con ello, sigue siendo mi pasión. Si algún día no me llena, pues lo dejaría, pero no lo creo. La docencia es un buen complemento. Ese 'Ya me sale' de los alumnos es tan enriquecedor como la marca que consigue un deportista de primer nivel. Esa ilusión que se ve en su cara no tiene precio, para mí es una suerte poder disfrutarlo». Y, como todos, confía en que la covid vaya desapareciendo. «Los últimos cuatro años mi vida nocturna se reduce a una cervecita a última hora de la tarde», reconoce.

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