«Lo que ye de cerca ta más rico»

Criada en la cuenca del Caudal con sus güelos, recuerda que ninguno de los dos paisanos «ni Luis ni Juan yeren de chigre, sinón más bien de trabayar en la huerta. A Casa Rodeiro en La Rebaldana iba con ellos por pipes y un pirulí los domingos o a por 'Casera'». De los locales que marcaron su propia vida, el Baruku, en El Carmen, ocupa un lugar especial: «Sería otra persona sin él, aprendí mucho ellí. Era un sitiu onde podíes dir sola porque siempre dibes atopar alguien que te quería». Habla con un cariño similar de «El Cá Beleño de Frankie, La Santa de Yolanda, Casa Pachu o El Paragües» en Oviedo. «Gústenme sitios así, donde pasen coses y marches siempre con algo, más grande de lo qu'entraste», asegura.

Confía en la capacidad de la hostelería asturiana para recuperarse del parón obligado: «Tán faciéndolo muy bien». Su principal receta: «Sentíu común y responsabilidá de todos», porque opina que la batalla de la proximidad está ganada: «Eso siempre va ir bien: lo que ye de más cerca ta más rico, así de claro. Y tenémoslo», sentencia.