La lluvia de las Perseidas será espectacular este fin de semana

Llamadas así porque parecen proceder de la constelación de Perseo, estas estrellas fugaces se pueden ver desde mediados de julio hasta mediados de agosto y suelen alcanzar su máximo en torno al día de san Lorenzo (10 de agosto). Por eso también se las conoce como 'lágrimas de san Lorenzo' y suelen generar mucha expectación tanto entre los curiosos como entre los expertos en la matera. En Asturias, por ejemplo, el Observatorio del Monte Deva de Gijón organiza un encuentro gratuito este sábado y domingo para poder disfrutar del fenómeno. «La mayor intensidad se registrará entre las 22 horas del domingo y las 10 horas del lunes, cuando se calcula que podrán verse hasta 80 por hora. El mejor momento será la segunda mitad de la noche, aunque también se verán antes», dice el astrofísico. La ventaja añadida este año es que la Luna no brillará -estaremos en luna nueva-, y la negritud del cielo facilitará la visión de las brillantes partículas cometarias atravesando la bóveda celeste.

Para disfrutar del espectáculo de las Perseidas no hace falta ningún equipamiento especial ni tomar precaución alguna, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, con los eclipses de Sol. «Basta con buscar un sitio alejado de cualquier núcleo urbano, un lugar libre de contaminación lumínica, y tumbarse sobre una manta o en una hamaca». Las estrellas fugaces pueden aparecer en cualquier parte del cielo, así que lo mejor es limitarse a mirar hacia arriba a la espera de ver un trazo de luz que rasgue el firmamento. «Que las previsiones apunten a unas 60 u 80 estrellas fugaces por hora significa que habrá de media una al minuto, pero eso incluye tanto las muy brillantes como las muy tenues y en cualquier parte del cielo, no necesariamente la zona que estemos mirando. Aun así, si el tiempo acompaña, veremos muchas», asegura Rojas.

El Swift-Tuttle es solo uno de los cometas y asteroides cuya nube de restos atraviesa periódicamente la Tierra, pero sus estrellas fugaces son las más populares porque se ven en verano, cuando todo anima a pasar más tiempo al aire libre. En enero, por ejemplo, pueden verse las Cuadrántidas, que se atribuyen al asteroide 2003 EH1; en abril, las Líridas, hijas del cometa Thatcher; en noviembre, las Leónidas, del Temple-Tuttle; y en diciembre las Gemínidas, generadas por el asteroide (3200) Faetón. La última vez que el Swift-Tuttle pasó por nuestras proximidades fue en 1992 y no volverá a hacerlo hasta 2126. Es el objeto más grande que se cruza con la órbita de nuestro planeta.

El núcleo del 'padre de las Perseidas' tiene unos 26 kilómetros de diámetro, frente a los 10 kilómetros del asteroide que acabó con los dinosaurios. El Swift-Tuttle se acerca hasta nosotros cada 133 años, y el radioastrónomo Gerrit Verschuur lo considera, por su órbita y dimensiones, «el objeto individual conocido más peligroso para la Humanidad». Se calcula que el 14 de septiembre de 4479 pasará tan cerca de nuestro planeta que la probabilidad de impacto será del 0,0001%. Aunque entonces no suceda nada, los astrónomos creen que tarde o temprano, si no lo impedimos, chocará con la Tierra o la Luna.