Verónica García-Peña
Martes, 24 de marzo 2020, 04:12
La literatura es un viaje, siempre lo ha sido, y cada libro es un billete para viajar a cualquier parte, real o imaginaria, de este y otros mundos. A lugares donde nuestra mente pueda descansar y desconectar de los momentos complicados que vivimos. Ayer, hoy ... y mañana. Un billete que nos transportará, sin necesidad alguna de salir de casa, a donde nosotros queramos. Solo depende de nuestras ganas y de la elección de la obra.
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Hay mucho donde escoger, las posibilidades son infinitas, pero yo les invito a iniciar este viaje a lo grande. Vayamos primero a las afueras de Mt. Ephraim, en el estado de Nueva York, a través de 'Qué fue de los Mulvaney', de Joyce Carol Oates. Viajemos de la mano de esta magnífica, incansable y tenaz escritora, eterna aspirante al Nobel, a la granja High Point Farm, propiedad de la familia Mulvaney, y caminemos por las páginas de una de sus mejores novelas. Seamos testigos del devenir de una familia estadounidense ejemplar de los años setenta cuya vida se desmorona a partir del día de San Valentín de 1976, cuando un oscuro suceso cambia por completo la vida de la joven e ingenua Marianne Mulvaney. Una historia íntima que una vez terminada, se lo aseguro, les seguirá obsesionando.
Desde Mt. Ephraim vamos a regresar a nuestro país y el billete nos llevará a Galicia. Más concretamente, a Vigo. La pluma limpia de Domingo Villar, diez años después de que nos cautivara con 'La playa de los ahogados', nos devolverá —porque ya eran nuestros— al policía Leo Caldas y a su ayudante Estévez, con los que investigaremos la extraña desaparición de una mujer cerca de la ría de Vigo. Lo haremos en su novela 'El último barco'. Puede parecer, con esta simple descripción, la típica de detectives, pero es este uno de los mejores viajes que pueden hacer a través de la literatura, de la buena literatura, en el que encontrarán amor por las palabras y vida entre sus letras. Vida. Mucha.
Continuemos viaje, aún nos quedan lugares asombrosos que visitar. Vayamos con 'El pintor de almas', de Idelfonso Falcones, a la Barcelona de 1901, donde a través de la vida del pintor Dalmau Sala, hijo de un anarquista ajusticiado, conoceremos de primera mano la miseria de los desfavorecidos y la opulencia de la burguesía. Una sociedad dividida en la que Dalmau tendrá que encontrar su auténtico camino, como hombre y como artista. Se trata, sin duda, de un viaje que les hechizará en el que serán testigos de una historia de amor apasionada, de un relato ardiente de lucha y denuncia social. Una historia, se lo aseguro, de almas.
¿A dónde les apetece viajar ahora? Les propongo comprar un billete para el Madrid de los años cincuenta. Vayamos a la capital con Almudena Grandes para descubrir qué se esconde en las páginas de su última novela, 'La madre de Frankenstein'. Promete ser este un trayecto apasionante, mezcla de literatura y realidad, con el que acercarnos a la historia de la famosa parricida Aurora Rodríguez Carballeira, y a la historia de amor entre la enfermera que la atiende, María Castejón, y un joven psiquiatra, Germán Velázquez, de regreso a España tras años de estudios en el extranjero. Escrita con esa particular prosa de Grandes, caminaremos por una España retratada a tres voces en la que el amor no lo tiene fácil porque los abusos y atropellos son habituales en una sociedad demasiado puritana y cenicienta.
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Para terminar estas propuestas de viajes largos, de esos que se hacen sin prisa, tiempo tenemos, desde luego, les planteo adentrarnos en algo bien diferente a lo dicho hasta ahora. Vamos a volar a un lugar y un espacio que, afortunadamente, no existe. Sigamos a Margaret Atwood, tres décadas después de la creación de 'El cuento de la criada', hacia el final de la ficción en 'Los testamentos', una secuela escrita con elegancia y mucho ingenio. Visitemos la República de Gilead de la mano de tres mujeres muy diferentes, opuestas, cuyas vidas convergerán con unas consecuencias peligrosas. Y desmontemos así ese mito que dice que las segundas partes nunca fueron buenas.
Hasta ahora, hemos escogido libros para emprender viajes largos, pero hay días en los que apetece una escapada más sencilla, un recorrido corto de ida y vuelta, de horas, sin pensar más allá de este rato y para eso, por supuesto, también existen obras sorprendentes en las que perdernos.
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Comencemos por visitar un lugar que parece muy agradable al principio, pero que se va tornado inquietante a mediada que pasamos las hojas y nos perdemos en 'La hierba alta' de Stephen King y Joe Hill. Quizá hayan visto la película, pero deséchenla porque el final de este pequeño libro es más complejo y, desde luego, mucho más oscuro. Será un viaje turbador que les alejará, se lo aseguro, de la realidad que nos comprime. Durante unas cuantas horas no habrá nada más a su alrededor que lo que se esconde en la hierba.
Los viajes de pesadilla sirven como vía de escape, como bálsamo, porque en estos universos la actualidad no tiene espacio. Por eso, continuemos por un original y aterrador homenaje a los cuentos de fantasmas escrito por Gillian Flynn, autora de novelas como 'Perdida', 'Lugares oscuros' o 'Heridas abiertas', todas ellas excelentes. Flynn es capaz en 'El adulto' de transformar una historia, en apariencia trillada, de fantasmas, niños malditos y espiritistas, en un misterio nuevo con una protagonista tan peculiar que fascina y un final de esos que no se olvidan. Muy típico de Flynn.
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Hay viajes que pueden ser aún más cortos, si lo prefieren, y que pueden contener mil universos en su interior. Así sucede en el mundo de Marie Luise Kaschnitz, la gran cuentista alemana de la segunda mitad del siglo XX. Tiene dos antologías maravillosas, 'La niña gorda y otros relatos inquietantes' y 'La sonámbula y más relatos inquietantes', compuestas por historias todas ellas turbadoras, pero a la vez muy emocionantes. Relatos adictivos cuya lectura les generará sentimientos encontrados, pero que no querrán terminar. Disfrutarán de sus mundos y sus personajes, de sus oníricas imágenes y sus chocantes finales.
¿Dónde les apetece acabar este gran viaje literario? Les planteo como final el mejor de los cuentos, dicen. Los entendidos aseguran que es el mejor relato escrito nunca, así que no podemos perder la oportunidad de seguir los pasos de Pajom, un campesino al que ninguna extensión de tierra satisface —cuanta más tiene, más necesita— por las páginas de '¿Cuánta tierra necesita un hombre?' escrito por León Tolstói en 1886. Una parábola muy interesante sobre la ambición del ser humano. Un relato clásico con más de 130 años que se mantiene joven y actual, ideal para cualquier tipo de lector y para cualquier tipo de época. Una narración que es el final de este viaje, pero, si ustedes quieren, el principio de muchos otros.
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