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Así lo indica el informe preliminar de la autopsia al que ha accedido 'Huelva Información'. El cadáver de Laura Luelmo presentaba «más de 40 lesiones» en el cuerpo pero la mayoría se encontraba en la cabeza. Uno de los golpes en ... la cabeza fue el que acabó con la vida de la joven profesora. El informe asegura que los daños «son compatibles en su producción con haber sido golpeada con un objeto de caracteres inciso-contusos, con transmisión de suficiente fuerza viva como para producir el hundimiento craneal».
Una teoría que cuadra con la declaración judicial de el presunto asesino, Bernardo Montoya, quien reconoció que al regresar a la zona y ver que la joven «estaba viva y sufriendo» cogió una piedra y se la tiró a la cabeza.
El estudio también indica que se han hallado restos biológicos de Montoya en las piernas, gargantillas, pulseras y cordones de Luelmo, pero no de semen. El informe preliminar apunta a que la agresión habría tenido lugar en la casa del único investigado por el crimen, debido a los restos de sangre de la joven que se encontraron en varias partes de la vivienda.
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