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Doménico Chiappe y E. C.
Madrid
Jueves, 27 de julio 2023, 14:48
Julián López, El Juli, ha anunciado este jueves su decisión de «dejar de torear indefinidamente cuando acabe esta temporada». El matador de 40 años asegura en un comunicado que «hace tiempo» que sabía que se retiraba de los ruedos, pero esperaba a que «pasaran las ... grandes ferias», para despedirse. Dice que «no es una retirada» pero sí «el final de una etapa que por cierto ha sido maravillosa».
El futuro queda abierto para este torero, hijo de novillero, que ya en la adolescencia siguió los pasos paternos en México, hasta que a punto de cumplir los 16 años se paró frente a un toro.
A su regreso a España, al diestro madrileño se le consideró una revelación y en sus primeros años, desde 1998, debutó como matador, cortando orejas y codeándose con figuras como José Ortega Cano, Enrique Ponce o Jesulín de Ubrique. Capaz también de indultar toros, comenzó a ganar reconocimientos y salir en hombros. Podía con seis toros en la tarde de las quintas más reputadas por su bravura, como la Victorino Martín, Velosillo o Garcigrande.
Estrella de plazas como la Maestranza, Ronda, Las Ventas o la Monumental mexicana, entre decenas más, y protagonista de fiestas como la corrida goyesca. El Juli asegura haber cumplido «todos mis sueños, incluso más de lo que podía imaginar» al «vivirlo todo». Su última faena programada es el primero de octubre en la feria de San Miguel, en Sevilla.
Conocedor de los sinsabores y la enfermería, en 18 ocasiones, enumera al hacer recuento de su trayectoria, su vida estuvo en manos de los «médicos taurinos» más de una vez. La más grave, en 2013, en la pierna derecha, que le mereció tres operaciones y «sentir que moría», dijo en una entrevista. Aun así, un mes nada más tardó en volver a salir con el capote, todavía renqueante pero con el valor intacto.
Familia, público y toro
En su despedida, quizás no definitiva, El Juli recuerda las corneadas y los «aciertos, errores, triunfos, fracasos» de una «profesión tan dura y difícil» y pone un punto y aparte a 25 años de quehacer público. Casado con Rosario Domecq Márquez, hija de una conocida familia andaluza, y padre de dos hijos, quiere ahora disfrutar de su familia y sus aficiones, «sin la presión de mi situación, mi nombre o mi responsabilidad».
Con una fundación dedicada al mundo de toro, el diestro asegura que «es y será la inspiración y el motor de mi vida (...) Poder transmitir mis sentimientos y emocionar al público es algo mágico, inigualable, que sólo un torero lo puede sentir con esa verdad y profundidad». «Felicidad y plenitud definen mi estado de ánimo en esta decisión que siempre es difícil», puntualiza.
Lo más importante, dice, es el público «que me ha sabido esperar, apoyar e incluso exigirme para hacerme crecer en momentos delicados y sacar un punto más de mí». Y el toro, «que me ha hecho expresarme, sentir y emocionar en la verdadera profundidad de mi persona. Ese animal que amo con todas mis fuerzas, que admiro y que ha sido el más honesto y verdadero con lo que me he cruzado en mi camino».
Único espada en la Feria de Begoña el día 16
Antes de dejar los ruedos, El Juli volverá a participar en la taurina Feria de Begoña, recuperada este año. El matador participará en una corrida de toros en la que será el único espada haciendo frente a seis toros de las ganaderías 'La Quinta', 'Garcigrande' y 'Daniel Ruiz'.
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