–¿Qué les parece este listado?
–Estamos muy cabreados. Hemos pasado de la amnistía registral que hizo el Gobierno del PP a un indulto general que ha es lo que ha hecho este Gobierno de coalición. Esto no es serio.
–Explíquese.
–El Gobierno quiere cerrar en falso este expolio, en sintonía con la Conferencia Episcopal. Dan el asunto por finiquitado y se lavan las manos. Y lo más penoso es verles diciendo que ahora quien quiera puede reclamar, cuando es imposible que haya 30.000 juicios. Nosotros consideramos que el Gobierno debe anular las inmatriculaciones, poner el contador a cero y que reclame las propiedades quien las pueda demostrar: la Iglesia o un particular. Lo contrario es un despropósito:la Iglesia ha inscrito bienes sin demostrarlo y ahora corresponde demostrar la propiedad a quien lo quiera impugnar.
–Pero, además, alegan que la lista está incompleta.
–Así es. El listado es desde 1998 y, si se viene inmatriculando desde 1946, ¿todo lo anterior dónde está? Por los datos que manejamos, por lo menos, faltan dos tercios. Calculamos que serán unos 1.500 bienes solamente en Asturias y alrededor de 100.000 en el conjunto del Estado. Es una tomadura de pelo y una anomalía en toda Europa. Esto solo pasa en España. En ningún país europeo se ha dado la situación de que un obispo haya firmado un papel que ponga: «Yo certifico que esto es mío porque lo digo yo».
–¿Y el otro motivo de cabreo?
–Que no se puede pretender que esto se judicialice y que cada uno de los particulares o los ayuntamientos se metan en juicios para reclamar bienes que ni siquiera se pueden identificar. El Gobierno no ofrece ningún tipo de solución y nos encontramos con que, por ejemplo, si vas a buscar un bien del Prerrománico en este listado que nos han ofrecido, no lo encuentras. ¿Yo por qué tengo que saber que el número 37, que está en Felgueras y que viene como capilla, corresponde a Santa Cristina de Lena? Es todo así. Hay alguna comunidad que ha hecho el listado un poco más detallado, pero la mayoría de bienes correspondientes a Asturias son absolutamente inidentificables. La petición es muy clara: queremos las notas simples de donde se sacan estos listados, porque la nota simple explicita cuál es el bien. Y no de estos bienes, sino de los que se inmatricularon desde 1946. Mientras eso no esté sobre la mesa, no sabremos de qué estamos hablando. Todo lo demás es jugar al escondite. Lo seguiremos pidiendo porque entendemos que es nuestro derecho como ciudadanos.
–Ustedes ya poseían un listado muy similar.
–Sí. En la Junta General hicimos varias peticiones a lo largo de los años. A la última, el Decanato del Colegio de Registradores de Asturias contestó con un listado de más de 500 bienes. Un listado que estuvo un año y medio durmiendo en un cajón de la Dirección General de Justicia del Principado y que coincide en gran medida con este, aunque puede haber bienes inmatriculados que ya se hayan vendido y no figuren.
–¿Qué hay del Prerrománico?
–El caso del Prerrománico es clamoroso. Entendemos que está todo inmatriculado, pero hay cosas, como Santa María del Naraco, que no sabemos de quién son. Y que no lo sepa yo, pase, pero que la consejera de Cultura se refiera en sus comparecencias al Catastro y al Libro Blanco no nos sirve para nada. Queremos saber lo que consta en los registros de la propiedad. Nosotros no hemos sido capaces de localizar esas notas simples registrales, pero parece que la consejería tampoco. Eso es lo que nos parece una dejación de funciones preocupante. La función de protección del patrimonio de todos los asturianos debería empezar porque no te lo quite la Iglesia. Luego ya ponemos dinero público para restaurarlo, pero primero que no te lo quiten.
–Ytodo, por un módico precio.
–Por lo que costó la gestión. Y esa gestión cuesta unos treinta euros. Algunos, incluso, salen gratis:por ejemplo, la Giralda está inmatriculada como dependencias anexas a la Catedral, con lo que va en el mismo pack. La Iglesia ahora es titular del 85% del patrimonio histórico de España. Bienes que generan beneficios y que no declaran ni tributan. Es una locura.