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Norbert Feher, alias Igor el Ruso, a su llegada a la Audiencia de Teruel para ser juzgado por dos tentativas de homicidio que cometió nueve días antes del triple asesinato de Albalate del Arzobispo

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Norbert Feher, alias Igor el Ruso, a su llegada a la Audiencia de Teruel para ser juzgado por dos tentativas de homicidio que cometió nueve días antes del triple asesinato de Albalate del Arzobispo EFE

Igor 'el Ruso', el asesino de Teruel, es juzgado dentro de una cabina blindada

Durante el juicio ha dicho que a los dos lugareños que tiroteó viven para contarlo porque él así lo quiso. Días después mató a dos guardias civiles y a un ganadero

EL COMERCIO

Gijón

Martes, 28 de enero 2020, 12:39

La Audiencia de Teruel juzga este martes a Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, por dos intentos de homicidio en diciembre de 2017 en Albalate del Arzobispo (Teruel). Días después mató presuntamente a un ganadero y a dos guardias civiles en otra localidad turolense.

Feher, un exmilitar serbio de 43 años que en 2017 estaba buscado por la policía italiana por el asesinato de otras dos personas, también está acusado de tener armas de fuego sin licencia. Para el juicio de este martes, el Gobierno de Aragón encargó la construcción de una cabina blindada que ha costado 7.000 euros, debido a la peligrosidad del acusado.

Igor no ha dudado en presumir de su eficacia criminal ante el tribunal que lo juzga en la Audiencia de Teruel. En el juicio, que arrancó a primera hora de este martes es juzgado exclusivamente por las dos tentativas de homicidio. Por el triple asesinato se sentará en el banquillo dentro de unos meses, previsiblemente la próxima primavera.

Vídeo.

Ha comparecido rodeado por extraordinarias medidas de seguridad, dada su extrema peligrosidad avalada por su historial criminal y por los expertos que han analizado su perfil psicológico.

Norbert Feher se ha presentado en la Audiencia de Teruel vestido con zapatillas de deporte, vaquero azul, jersey claro y cazadora vaquera negra. Llegó a la sede judicial rodeado de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional. Al entrar al edificio llegó a esbozar una sonrisa ante la prensa gráfica, como atestiguan las imágenes captadas en ese momento.

Durante su declaración ante el tribunal se ha mostrado frío y tranquilo, en línea con la personalidad que lo caracteriza y que se ha puesto en evidencia durante el tiempo que lleva en prisión y en los análisis psicológicos a que ha sido sometido. En ellos se ha alertado de su narcisismo y de su peligrosidad.

En su comparecencia ha prestado declaración, aunque no ha querido contestar a las preguntas de la acusación particular. En las preguntas que sí ha respondido ha dado detalles de cómo se produjo aquel tiroteó contra dos lugareños en pleno monte y también de cómo había llegado hasta ese rincón de la geografía aragonesa tras una fuga que inició en Italia y que aún está rodeada de enigmas.

Al ser preguntado sobre si los lugareños a los que tiroteó llegaron a abalanzarse hacia él, Igor el Ruso ha contestado con rotundidad que no lo hicieron, porque de haberse encarado contra él y haberle tocado «estas personas no estarían ahora aquí». Las habría matado.

Ha dicho que esos dos vecinos de Albalate del Arzobispo están vivos porque él no quiso matarlos. Abrió fuego contra ellos cuando se aproximaron a la casa de campo en la que él se había refugiado. Esos dos hombres habían acudido a arreglar una cerradura y, al ver que se acercaban, les tiroteó con una de las dos pistolas que llevaba encima.

No ha dudado en reconocer los hechos y en dar detalles de cómo se produjeron. Ha asegurado que disparó contra ellos para neutralizarlos, pero no para matarlos.

Según ha afirmado ante el tribunal, las dos pistolas que llevaba encima las había traído desde Italia, de donde se había fugado meses antes -allí había asesinado a dos personas, crímenes por los que tiene pendiente una condena a cadena perpetua en ese país-. Ha explicado que entró furtivamente en España el 21 de septiembre de 2017 y que se ocultó en esa zona montes de Teruel, en los alrededores de Albalate del Arzobispo, en los últimos días de noviembre de ese mismo año.

Allí se fue refugiando en masías y asaltó varias de ellas para abastecerse de comida, bebida y ropa. Armado, provisto de teléfonos móviles y ordenador, Igor el Ruso puso en práctica técnicas militares de supervivencia y enseguida empezó a sumar víctimas a su sangriento historial delictivo que había ido nutriendo en otros países de Europa.

Cadena perpetua en Italia

El tiroteó contra los dos lugareños que viven para contarlo fue el principio del fin de la fuga que había iniciado meses antes en Italia. Nueve días después mató en una apartada granja a dos guardias civiles y a un ganadero. Horas después era detenido lejos de allí, tras haber sufrido un accidente con el vehículo en el que había huido.

A la cadena perpetua que tiene pendiente en Italia se le añaden los casi 23 años de cárcel que se le piden ahora en el juicio por estos dos homicidios en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas. Y dentro de unos meses, en el juicio por el triple asesinato de Albalate del Arzobispo, se prevé que se pida contra él prisión permanente revisable.

Una vez juzgado y condenado en España, lo más probable es que sea entregado a las autoridades italianas. Según ha explicado su abogado, lo previsible es que sea llevado a Italia para cumplir allí con su condena a cadena perpetua y, cuando pueda salir de prisión en ese país, sería trasladado a España a cumplir las condenas por los crímenes que cometió en Teruel.

La legislación italiana contempla la posibilidad de que un reo condenado a cadena perpetua pueda obtener la libertad condicional tras haber cumplido 26 años de prisión efectiva.

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