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J. López-Lago
Miércoles, 3 de mayo 2023
El Guadalupejo, un afluente del Guadiana que hasta ahora pasaba inadvertido, tiene sobre su débil cauce todos los focos desde hace dos semanas. Está represado desde 1984 y junto al embalse resultante, el cual abastece a Valdecaballeros, existe hace días un revuelo inusual. Con la ... central nuclear que nunca funcionó de fondo, pero que dejó un dique hormigonado de 400 metros de longitud, amaneció este miércoles por segundo día consecutivo David Pravos subido a una cruz metálica construida por él. De 38 años, este vecino de la localidad, soldador de profesión, ha iniciado una huelga de hambre el lunes pasado para que esta presa, ubicada en la Siberia extremeña, siga en pie.
«Si el Gobierno cogiese un bolígrafo y la declarase bien público de interés nacional (sic) con esto estaría resuelto. Esto podría cambiar la ley que dice que la derriben». Esas son parte de sus reflexiones nocturnas grabándose en vídeo a sí mismo y que este miércoles publicó en su perfil de la red social Facebook. Esta tarde, en su tercer día de protesta, aseguraba por teléfono a este diario que se sentía bien de ánimo, que solo estaba bebiendo agua y que en un futuro valorará otros líquidos para no desfallecer, pero que estaba satisfecho y sintiendo el ánimo de la gente.
Su acción es para protestar ante la posibilidad de esta demolición que eliminaría el embalse y la cruz confiere a su campamento una estética singular. «La cruz significa que algunas leyes crucifican a todos los pueblos de España que algunos quieren desertizar», explica.
Como se sabe, esa demolición ha sido pedida por asociaciones ecologistas, el Gobierno ha dado curso a su solicitud (hasta su rectificación conocida la tarde del miércoles), y desde entonces el rechazo en Extremadura al derribo de la presa ha sido prácticamente unánime.
David Pravos sospecha de esas asociaciones ecologistas –«habría que ver quién las subvenciona», desliza–, y afirma que hacer desaparecer el embalse acabaría con la biodiversidad de la zona. «En la misma presa anidan cigüeñas negras», asegura.
La Junta de Extremadura ya ha recurrido esta decisión del Gobierno y, en cualquier caso, no existe la figura de «bien de interés nacional» que invoca este vecino. «Lo que quiero decir –matiza– es que si se cambian las leyes para otras cosas se podría cambiar para esto. Yo he viajado por mi profesión por todo el mundo, a Chile, Sudáfrica, Marruecos y toda Europa. He visto muchas desgracias y en ningún país le quitan el agua a la gente», decía ayer por teléfono.
Pravos, que también trabaja esporádicamente en Asturias, se considera de izquierdas. Los argumentos que difunde en sus publicaciones desde hace dos días no son demasiado sólidos, pero revelan una inquietud creciente en la comarca y conectan con la sensación de incredulidad de mucha gente que no es partidaria de ese derribo. «No puede ser que estemos derrochando agua y quitando el agua buena que tenemos aquí», dice antes de señalar que, para él, «la noticia es lo que esconde la noticia».
Pravos apela a la sequía, a que el agua cotice en bolsa y piensa que esta operación pudiera ser una inversión de «gente que tiene muchísimo dinero (...) Nos queréis quitar lo que luego queréis vender a precio de oro. ¿Y quién va a ser el beneficiario? Pues esa es la pregunta», plantea este vecino de Valdecaballeros en sus reflexiones hechas en solitario desde su saco de dormir junto a un equipo de pesca nocturna que le han prestado quienes han empezado a apoyarle.
Este miércoles por la mañana difundió un vídeo al amanecer llamando a una manifestación el 21 de mayo en la que pide que, para representar «al sector de la fauna y la ganadería», acuda gente a caballo. Se refiere a la manifestación que ha convocado el partido Ciudadanos. Y es que los partidos políticos hace días que se han sumado a esta causa en la que sólo Unidas por Extremadura (Podemos) hizo esta semana una valoración en otra línea, la de que los ríos deben seguir su curso, aunque en cualquier caso contemplar justo ahora el derribo de la presa, con la sequía actual, es una «torpeza».
La Junta mostró desde el primer momento su oposición a la demolición de esta presa, pero Pravos decía ayer que Vara no ha hecho nada para evitarlo. Por su parte, representantes de Vox hace ya más de una semana que se presentaron en la zona para explicar que si la presa se elimina ellos la volverán a reconstruir si llegan al gobierno.
Es evidente que el tema está en la agenda política. El martes David Pravos fue visitado por Antonio Granero, candidato de Juntos por Extremadura, y este miércoles María Guardiola, candidata del PP, hizo parada en la ahora polémica presa de Valdecaballeros para criticar a Vara y al Gobierno, aunque no habló directamente con Pravos.
Por su parte, el alcalde de Valdecaballeros, Gregorio Rodríguez (PSOE), mostró su oposición a la demolición desde el primer momento. Sobre la protesta de David Pravos «son respetables sus actos», decía este miércoles. Pero opina que sobre el asunto «ahora mismo la información que hay es más que suficiente, las declaraciones de Fernández Vara son contundentes y nosotros como Ayuntamiento seguimos con los trámites administrativos correspondientes presentando recursos de alzada y esperando que el sentido común se imponga».
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