La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia

Aguilar de Campoo sigue aún atónita y conmocionada por la noticia del fallecimiento el mismo día, con apenas una hora de diferencia, de una madre y su hijo. Al deceso el pasado lunes de Aurora del Barrio Martín, de 101 años, le siguió el de su hijo, Emilio García del Barrio, de 66, los dos por causas naturales, y ese breve lapso de tiempo de menos de 60 minutos entre ambas muertes no puede responder sino a una casualidad macabra del destino. El funeral por ambos se celebró este martes en la iglesia de San Miguel Arcángel de Aguilar de Campoo y los cuerpos de madre e hijo fueron a continuación incinerados.

Aurora era natural de Lomilla, pedanía de Aguilar donde pasó su infancia junto a sus padres y a sus tres hermanos. Allí fue a la escuela y compaginó los estudios con las labores del campo, pues su padre era agricultor. De joven empezó a trabajar en la fábrica de galletas Fontaneda, en Aguilar, y conoció a su marido, Exiquio, agricultor de Villela, con quien se casó y tuvo un hijo al que la poliomielitis le arrebató antes de tiempo. Tras ese duro golpe, se mudaron a Alar del Rey, donde Exiquio entró a trabajar en la fábrica de galletas de la localidad, mientras Aurora, cuidaba de un nuevo retoño, Emilio.

Cuando apenas llevaban una década en Alar, su marido falleció y Aurora, sola con Emilio, que tenía por entonces 12 años, se mudó a Aguilar para trabajar como empleada del hogar.

Aurora vivía hacía tiempo en la residencia Tercera Actividad de Aguilar, donde ha fallecido, y también residía en la villa su hijo Emilio, que fue docente en Herrera y que estaba ingresado en el Hospital Río Carrión de Palencia. Emilio era soltero y sin hijos.