Gaitas para el 18 de julio

En fin: que en Gijón, hace hoy 75 años, ondeó la bandera nacional en centros oficiales, consultados y entidades; las fuerzas de la guarnición vistieron la gala reglamentaria y en la plaza Mayor «se situó una compañía del Regimiento de Infantería de Simancas, con bandera y banda de música», y que hubo acto. Presidido, jornada manda, por Elías Gallego, comandante militar de la plaza; y, solo después, la autoridad civil, representada por el alcalde, José García Bernardo. «Al objeto de expresar la inquebrantable adhesión del pueblo gijonés hacia el Caudillo de España», dijimos, desfilaron todo tipo de representaciones; desde el consistorio gijonés hasta los párrocos, pasando por jefes de correos, representantes de Astilleros y de la Federación Asturiana de Fútbol, y más. Una nota curiosa: en el acto sonó la gaita y el tambor, y las jerarquías de Falange Española Tradicionalista y de las Jons obsequiaron a Gallego, ya horas después, en el Simancas, con «una artística figura que representaba un guerrero de la Edad Media». Las épocas históricas, o más bien las formas de interpretarlas, nunca son inocentes. Todo giró en torno a lo militar, aunque también hubo misa, en la capilla del hogar del Frente de Juventudes, en Zarracina, y alocución de Elisburu, jefe local del movimiento. «Día del valor», se titulaba el tema. Nada fuera de lo esperable en un dieciocho de julio.