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Colpisa | corresponsales
Martes, 5 de mayo 2020, 02:40
POR PAULA ROSAS
Un hospital de la periferia de París asegura que un paciente que ingresó en cuidados intensivos el pasado 27 de diciembre ha dado positivo en la prueba del Covid-19, adelantando un mes la fecha en la que se cree que empezó a ... circular el coronavirus en Francia. El hospital Jean-Verdier de Bondy ha revisado los casos de los pacientes ingresados por neumonías en diciembre y enero, buscando ahora en las muestras restos del Sars-Cov-2, en las que solo este hombre ha dado positivo.
El paciente contagió a sus dos hijos, pero no a su mujer, y todos se han recuperado ya. Ninguno había viajado a China, por lo que tuvo que contagiarse de forma local. La hipótesis que se plantean en el hospital es que su esposa, que trabaja en la pescadería de un supermercado junto a otras personas de origen chino, pudiera contagiarse de forma asintomática, según el jefe del servicio de reanimación del hospital, Yves Cohen.
Pero si el inicio de la epidemia en el país está en cuestión, es el comienzo de la desescalada el que ahora genera polémica. Ayer, más de 300 alcaldes, entre ellos la regidora de París, Anne Hidalgo, se dirigieron en una carta al presidente Emmanuel Macron para mostrar su rechazo a que los colegios reabran el 11 de mayo en la región de Île de France, donde se encuentra la capital, y una de las más afectadas por la pandemia. «La preparación para el desconfinamiento se hace en base a un calendario a marchas forzadas», denuncian, y aseguran no tener ni la información necesaria ni los medios para aplicar los protocolos sanitarios.
Los alcaldes piden, además, que no recaiga sobre ellos «la responsabilidad jurídica, política y moral de la reapertura de los colegios». El Gobierno ha decretado que la decisión de la reapertura de los colegios recaiga en los alcaldes, y la de enviar a los niños a la escuela en los padres, ya que se hará de forma voluntaria.
El Consejo de Ministros decidió este sábado la prolongación del estado de urgencia sanitaria hasta el 24 de julio. El decreto deberá pasar hoy por el Senado y más adelante por la Asamblea Nacional. Entre las nuevas medidas que prevén está la cuarentena obligatoria para todas las personas que lleguen a territorio francés desde una zona de circulación de la epidemia, aislamiento que podría prolongarse hasta los 30 días en caso de dar positivo. Anoche, el Gobierno especificó que esta medida no afecta a las personas que vengan de otros países de la UE, el espacio Schengen o el Reino Unido.
El coronavirus en cifras
POR iñigo gurruchaga
El exjefe científico del Gobierno británico, sir David King, presidirá este lunes la primera reunión de un comité alternativo al que asesora al Ejecutivo de Boris Johnson, el Grupo Científico Asesor para Emergencias (SAGE). Según King, hay falta de transparencia sobre las reuniones de este comité y sobre los consejos que da al primer ministro y al Gabinete.
El actual jefe científico, sir Patrick Vallance, aceptó la semana pasada publicar una lista parcial de los miembros que componen el SAGE. En medios de comunicación se ha criticado que permitese a Dominic Cummings, estratega político de Johnson, asistir a reuniones o invitar a ellas a científicos cuyo trabajo le gusta.
Nacido y formado en Sudáfrica, King, de 80 años, es profesor emérito de Química Física en la Universidad de Cambridge y fue el máximo asesor sobre ciencia de los gobiernos laboristas de Tony Blair y Gordon Brown. Su comité de 12 miembros- investigadores y profesores universitarios- transmitirá sus reuniones en YouTube.
King critica al Gobierno por lentitud en su reacción a la pandemia y aboga por el uso de más test. También considera inaceptable la presencia del estratega político del primer ministro en las reuniones del comité asesor. No debe haber dos voces, las de Vallance y Cummings, extrayendo conclusiones científicas para el primer ministro, segun él. La voz del comité que ha creado parece más dirigida al público.
POR JUAN CARLOS BARRENA
La semana comienza en Alemania con el alivio de numerosas restricciones dictadas para combatir el coronavirus como la apertura, bajo estrictas medidas de higiene como el uso de mascarillas y guantes, de las peluquerías en todo el país. Cientos de miles de alumnos retornan también este lunes a los colegios de primaria y secundaria, mientras las guarderías permanecen por ahora cerradas. La pasada semana el Gobierno de Berlín y los de los 16 estados federados acordaron abrir desde hoy los parques infantiles y permitir la celebración de oficios religiosos aunque con asistencia restringida. También pueden recibir visitantes zoológicos y parques botánicos, así como museos, memoriales, exposiciones y galerías, pero con el aforo limitado y evitando colas, preferentemente con la venta de entradas por anticipado y con hora fija de visita. La discusión sobre nuevos alivios continúa mientras tanto antes de la próxima cita este miércoles de la canciller federal, Angela Merkel, y los 16 primeros ministro regionales germano. El estado federado de Renania del Norte-Westfalia urge a la reapertura de las guarderías y sus autoridades están dispuestas a actuar por su cuenta si no hay consenso con el resto de los ejecutivos alemanes.
El número de infectados en Alemania con el coronavirus podría ser diez veces mayor que el de los registrados oficialmente y sumar unos 1,8 millones de personas, según un cálculo hecho público este lunes por la Clínica Universitaria de Bonn en base al llamado «Estudio de Heinsberg», el distrito en el estado de Renania del Norte-Westfalia en el que se produjo un contagio masivo del virus Sars-Covid-19 con motivo de las festividades de Carnaval el pasado mes de febrero. El análisis realizado por el equipo científico en torno al virólogo alemán Henrik Streeck revela que en la localidad de Gangelt, foco de ese contagio, un 15% de sus habitantes se contagiaron con el virus, mientras la tasa de mortalidad para esa población, la llamada «Infection Fatality Rate» (IFR) ha sido hasta ahora del 0,37%.
Con la IFR pueden calcularse en base al número de fallecidos las tasas de infección en otras localidades y la comparación de esa cifra con la de los infectados registrados oficialmente permite calcular el número aproximado de los contagiados fuera de todo control. Esa es en Gangelt cinco veces mayor que la de las personas que han dado positivo en los test. Y si se aplica ese cálculo a los 6.700 fallecidos registrados hasta ahora en Alemania por el Sars-Covid-19 resulta que el número total de contagiados en el país debería ser de 1,8 millones de personas. El número de personas contagiadas pero no registradas sería así 10 veces mayor que el de los casos oficialmente reconocidos, que el día de la conclusión del estudio provisional el 3 de mayo, ascendía a 162.496 personas.
Los científicos de Bonn subrayan al respecto que sus cálculos son teóricos y estimativos y que no pueden considerarse de ninguna manera definitivos. Para realizar el estudio el equipo investigador se dirigió a 600 hogares casualmente escogidos en Gangelt a los que se les pidió cooperar voluntariamente. Entre el 30 de marzo y el 6 de abril 909 personas de 405 hogares respondieron a varios cuestionarios y fueron sometidas a distintos test de mucosas en la garganta y análisis de sangre. Los investigadores descubrieron así que el índice de infección entre la población en esa localidad es del 15%, pese a que oficialmente solo se habría registrado el contagio en el 3,1% de sus habitantes.
Cientos de consorcios financieros y grupos inversores han advertido a los gobiernos de los principales países industrializados y emergentes del G20 contra el abandono de la lucha contra el cambio climático tras la crisis del coronavirus. «Planes de reconstrucción que acentúen el cambio climático no harían sino someter a riesgos financieros, sanitarios y sociales a las economías nacionales y a los inversores», advierte la iniciativa «The Investor Agenda» en un escrito dirigido al G20 y que revela en exclusiva Spiegel Online. «Los gobiernos deben evitar priorizar proyectos arriesgados, a corto plazo y con emisiones intensivas», señala la llamada «agenda inversora», que concentra a siete organizaciones ecológicas cercanas al empresariado.
Estas representan los intereses de más de 400 grandes inversores, entre ellos las secciones de administración de capital de poderosos grupos como Allianz, BNP Paribas, UBS o el Deutsche Bank. Estos inversores administran juntos un capital de más de 30 billones de dólares, capital que muchos países necesitarán para financiar sus programas coyunturales y sociales por el coronavirus. «Cuando los gobiernos inicien sus esfuerzos para recuperarse de este bajón económico no deben perder de vista la crisis climática», advierten los inversores en su mensaje.
La poderosa Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) ha exigido ante la crisis del coronavirus claras reglas y normas para el teletrabajo, el traslado al hogar de las tareas laborales. «No puede ser que el teletrabajo conlleve una disolución creciente de las estructuras temporales, espaciales y objetivas de la vida laboral«, advierte en el rotativo Neuen Osnabrücker Zeitung» Anja Piel, miembro de la ejecutiva de la DGB. «Miraremos atentamente para que los trabajadores también estén protegidos en sus hogares en lo que se refiere a los horarios laborales y el disfrute de pausas razonables», señala la líder sindical. El ministro federal de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil, ha anunciado un proyecto de ley para que los trabajadores puedan, si lo desean y su labor lo permite, trabajar desde casa. Una iniciativa que no aprueban los conservadores que lideran el gobierno federal. Durante la crisis del coronavirus ha aumentado del 12% al 25% el número de personas en Alemania que trabajan desde su hogar.
POR rafael m. mañueco
Los moscovitas llevan en confinamiento obligatorio para luchar contra el coronavirus desde finales de marzo y la observancia de esta medida se empieza relajar según el indicador del gigante tecnológico ruso Yándex. El índex actual es del 3,5 cuando a principios de la semana pasada, antes de que el presidente Vladímir Putin, pronunciara por primera vez la palabra «desconfinamiento» era del 4,4.
El pasado 28 de abril, Putin prolongó las restricciones hasta el 11 de mayo inclusive, pero anunció que, a partir de ese momento, tendrá lugar un desconfinamiento paulatino «en la medida en que la situación epidemiológica lo permita». Tal circunstancia unida al hecho de que la población está acostumbrada psicológicamente a que los primeros diez días de mayo son festivos, desde el 1, Día del Trabajo, al 9, Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, ha invitado a salir más a pasear por los parques y aumentado los desplazamientos a las casas de campo, las dachas.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, subraya además en declaraciones al canal Rossiya-24 que la población acusa un cierto cansancio de tener que estar en casa. «Al principio la gente se tomaba más en serio la necesidad de autoaislamiento, pero se produce un cierto tipo de fatiga psicológica según pasan los días y al final quieren creer que todo ha terminado», explicó Sobianin.
La directora del órgano de control Rospotrebnadzor, Anna Popova, advirtió el domingo que «si nuestros ciudadanos no observan estrictamente el confinamiento durante las fiestas de mayo, las limitaciones introducidas debido a la pandemia del Covid-19 podrían extenderse hasta junio«.
En una entrevista a la agencia Interfax, el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko, advierte que «una segunda ola de la epidemia no se puede descartar si no desarrollamos inmunidad colectiva (...) por eso no vamos a poder eliminar todas las restricciones inmediatamente después del pico de la enfermedad».
El departamento de prensa de la Guardia Nacional rusa (Rosgvardia) informa que sus unidades reforzarán el control en los próximos días para evitar que la población salga a la calle si no es para acudir a comprar comida, medicamentos, ir al médico, tirar la basura o pasear al perro. Aseguran que emplearán helicópteros y drones para vigilar si se producen aglomeraciones. La multa por incumplir el confinamiento obligatorio es de 4.000 rublos (unos 50 euros) la primera vez y 5.000 (62 euros) a los reincidentes.
Aunque el número de fallecidos sigue siendo relativamente bajo, la propagación del coronavirus en Rusia tiende a agravarse. El número total de infectados supera ya los 140.000.
POR salvador arroyo
Bélgica ha iniciado este lunes la primera fase de las cuatro establecidas para la vuelta a una relativa normalidad con horizonte a finales de junio. Desde hoy abren industrias, se restablece de la construcción, se amplía a algunos comercios la autorización de atención al público y el uso de mascarilla en el transporte público y las estaciones se convierte en obligatorio.
Las escuelas permanecen cerradas, aunque algunos centros podrán acoger gradualmente a los niños; la atención médica también comienza a reanudarse paulatinamente después de que todas las intervenciones no urgentes en los hospitales quedarán relegadas por la concentración de profesionales y medios en la lucha contra el virus.
Y en un país en el que las salidas a practicar deporte de forma individual y guardando las distancias de seguridad nunca se han prohibido (incluso las autoridades han recomendado correr, caminar o andar en bicicleta), las opciones son mayores desde hoy. Se permiten las salidas de dos personas juntas para realizar esas actividades, aunque no vivan en la misma casa y se añaden otros deportes permitidos como el tenis o el kayak.
Un periodo preliminar que entrará en una nueva fase a partir del día 11 (el miércoles el Consejo de Seguridad Nacional desvelará nuevos detalles) con la apertura de todo el comercio bajo estrictas condiciones de seguridad y con limitaciones de espacio (un cliente por cada diez metros cuadrados, la misma fórmula que rige en los supermercados).
El país ha superado este lunes la barrera de los 50.000 contagios por la Covid-19, según los datos que ha dado a conocer el comité de crisis y el Servicio Federal de Salud Pública. 361 casos nuevos (incluidos 175 en hogares de ancianos) se han sumado en las últimas veinticuatro horas, lo que eleva el global a 50.267.
La pandemia se ha cobrado respecto al sábado, la vida de 80 personas más, lo que mantiene la inercia a la baja de los últimos días, aunque el . 59 pacientes han necesitado ingresar en los hospitaleimpacto letal del virus deja ya 7.924 víctimas en las últimas horas y 69 han recibido el alta. 3.044 personas están hospitalizadas hoy en Bélgica con la enfermedad; 655 en cuidados intensivos (19 menos). El número total de altas ya supera las 12.300.
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