Coronavirus | El Gobierno quiere hacer obligatorio el uso de mascarillas a los viajeros de trenes, autobuses y aviones

Durante su comparecencia en el Congreso, detalló que las empresas aéreas y ferroviarias son las más perjudicadas dentro del propio sector por estar muy ligadas al turismo. «Las cifras de movilidad son prácticamente testimoniales», explicó el ministro, antes de concretar que en trenes de media y larga distancia ha descendido un 95%, en autobuses interurbanos un 97% y los vuelos se han desplomado un 94%.

Estas cifras se dan en un momento de paralización casi total de su actividad, pero el problema de fondo es que cuando se reactiven «no aguantarán» vendiendo solo un tercio de su capacidad, como recomiendan las autoridades sanitarias. Por ello, el ministro considera que habrá que implantar medidas de prevención «obligatorias», como la utilización de mascarillas, para los viajeros de trenes, autobuses y aviones.

La articulación de estas eventuales medidas obligatorias de seguridad, será consecuencia de la dificultad económica que supone para las empresas del ramo vender solo una tercera parte de las plazas, tal y como actualmente se recomienda, para garantizar las distancias entre pasajeros que recomienda Sanidad.

Además, avanzó que ante la difícil situación que atraviesan, el ministerio trabaja en un plan de rescate a través de un «esquema de protección de rentas y de liquidez» para el transporte. Entre otras medidas, concretó que los ERTE podrían prorrogarse más allá del estado de alarma.

Habrá que ver cómo se materializarán estas ayudas públicas prometidas, después de que varias aerolíneas europeas hayan sido rescatadas. El pasado fin de semana Francia anunció que el rescate de Air France-KLM rondará los 10.000 millones de euros y el Gobierno alemán parece que seguirá los mismos pasos para Lufthansa. Además, la noruega Norwegian pretende convertir hasta el 85% de la deuda de sus acreedores en acciones y lanzar una nueva emisión de títulos para poder acceder a la ayuda estatal.

No solo las empresas privadas sufren pérdidas millonarias, también Adif, Renfe y Aena, según destacó el ministro. Por ello, consideró que la financiación europea será «clave para el sostenimiento de la inversión pública».

La construcción volverá a ser un sector «tractor» de la economía española. Ábalos defendió que el plan de desescalada pasa por contar con la construcción, tanto de infraestructuras como de vivienda, para que sirva de «palanca» para la reactivación económica.

En su comparecencia, aseguró que su departamento ya trabaja en «planes para la reconstrucción» en colaboración con la iniciativa privada.