«La gente intenta ayudar como puede»

Noguero vive en Rivière des Créoles, uno de los primeros pueblos afectados por el vertido. El barco 'MV Wakashi' está frente a Point d'Esny desde el 25 de julio, sin que las autoridades locales tomaran acciones para retirarlo de la zona o evitar un desastre medioambiental durante días. «A principios de agosto el casco se resquebrajó y a día de hoy, más de 1.000 de las 3.500 toneladas de petróleo que transportaba han acabado en el mar», detalla Noguero. «Por las noches cruje el hierro, es como una película de terror. El barco está muy cerca, es como estar en la escalera 12 de San Lorenzo y que el barco estuviera encallado en San Pedro», compara.

Desde el jueves 5 de agosto, y ante la pasividad del Gobierno de Isla Mauricio, «la población comenzó a movilizarse para poner remedio a los vertidos que amenazaban un manglar, los arrecifes de coral y las playas», explica Noguero. Para ello, elaboraron redes de contención que luego echaron en el mar. Noguero participó como voluntario junto a otras 3.000 personas de la zona en la elaboración de estas redes y en un par de días lograron producir tres kilómetros de barreras. «La gente dejó de trabajar porque no había ejército ni nadie trabajando en la zona», indica el gijonés.

Una de las reacciones que más ha llamado la atención de Noguero ha sido el gesto de la población hindú, mayoritaria en la isla. «Cuando supieron que el cabello humano es mejor para absorver el petróleo que los restos de caña que se usaban para rellenar las redes de contención, ellos mismos se cortaron el pelo y lo llevaron en bolsas. En su cultura el cabello es muy venerado, es algo muy chocante. Así ves hasta que punto la gente intenta ayudar con lo que puede», relata.

Desde el domingo, el gobierno isleño ha recibido la ayuda de Francia para contener los vertidos y, según los datos que maneja Noguero, se han logrado retirar unas dos toneladas de petróleo. «Ahora está más estable la situación, pero el accidente tendrá un impacto importante para el turismo, la pesca y los recursos naturales de la isla», lamenta.

Mientras la ciudadanía reclama responsabilidades al Gobierno por las negligencias que condujeron al vertido, gracias a la cooperación francesa ya se han logado definir las acciones urgentes y los plazos de trabajo para acabar con la amenaza y mitigar los daños al medio ambiente.