«Hay ganas de ir de compras»

Con medidas de seguridad implantadas al milímetro ayer los centros comerciales de la región levantaron sus persianas tras más de dos meses cerrados. Entre las 9 y las 10 horas -hora de apertura de estos establecimientos- ya se formaron colas en los alrededores, como si de un primer día de rebajas se tratara. Los clientes se encontraron con vinilos en el suelo, mamparas en las zonas de pago, controles de aforo, señalización en el suelo, geles desinfectantes en cada esquina... unas medidas que tratan de proteger tanto a los clientes como a los trabajadores.

«Ha habido aforos importantes», destacaron desde El Corte Inglés. Así mostraron su sorpresa por la cantidad de gente que acudió a sus centros a lo largo de la jornada de ayer. El modelo de comprar ha cambiado, y con el coronavirus también el modo de vender. Así cada vez que alguien se prueba una prenda o la devuelve se pone en cuarentena para su posterior desinfección. También se desinfectan las perchas, las bolsas y cualquier objeto que sea susceptible de haber sido tocado por un comprador.

Los clientes se mostraron satisfechos de las medidas tomadas. Fue el caso de Ana Vigil, que acudió a El Corte Inglés a media mañana a cambiar unas prendas de ropa de talla. «Dan confianza las medidas tomadas», indicó. Borja Suárez acudió a Salesas a comprar ropa del hogar. A su juicio veía tanta gente «como un dia normal».

En Oviedo también levantó la persiana Los Prados, que hasta ahora solo abría para Carrefour y para Correos. Para controlar el aforo, en Los Prados se ha habilitado una única puerta de acceso. «La gente está respondiendo muy bien», apuntó Marta Muñíz, encargada de Sprinter. En la tienda de deportes destacaron los cambios y las devoluciones.

Allí decenas de clientes hicieron cola desde las nueve de la mañana para acceder al interior del edificio. Alberto Rodríguez, encargado de Calzedonia, ya esperaba esta avalancha: «Habrá bastante gente estos días y luego se normalizará un poco», valoró. «Después de tanto confinamiento tengo muchas ganas de ir de compras», comentó Natasha Estupar, al inicio de la fila. Su principal objetivo: una gran cadena de ropa y complementos.

En los comercios dedicados a la moda, Rodríguez explicó que «nunca había habido tanta higiene». La zona de restauración se mantuvo bajo mínimos, con tan solo unos pocos establecimientos preparándose para la apertura al mediodía. «Tenemos que sobrevivir», se resignó Chus Meneses, gerente de 100 Montaditos. La mayoría, aguardarán todavía unos días para subir la persiana.

Los gijoneses que se acercaron a Los Fresnos se encontraron con una zona en obras. Por ello, estrenaron escaleras mecánicas y hubo reubicación de algunos establecimientos. Mary Paz Álvarez, gerente del centro, celebró que el día se desarrolló de manera «muy fluida» y puso de relieve la responsabilidad de los clientes. «Sabiamos que la gente tenía ganas de venir y se están cumpliendo las expectativas», indicó. Muchos cambiaron las céntricas calles de la ciudad por este centro. Fue el caso de Claudia Gutiérrez: «iba a cambiar una prenda y en vez de ir al centro vine a Los Fresnos. Así, de paso veía cómo estaba ahora con las obras».

En el caso de ParqueAstur en Avilés, su gerente Ángel Martín, afirmó que «está siendo un buen día» y que la gente «está siendo extremadamente cívica». Allí, trabaja Lara Pereiro, en la tienda Arenal. «Lo tenemos todo precintado y si se quiere probar algo se hace en un trozo de cartón, igual que los perfumes», explicó.

Por su parte, María Abril, directora de General Óptica de ParqueAstur indicó que había sido tranquilo «pero muchos nos han llamado por teléfono para pedir cita para la próxima semana».