¿Se imagina ganar 400.000 en un sorteo y que no le dejen cobrarlos? Pues eso le ha pasado a una familia valenciana tras resultar premiado con esa cantidad un cupón que jugaron en el sorteo de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) del pasado 1 de enero. El problema, en este caso, es que la persona que acudió a reclamar dicha cantidad estaba inscrito en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), según recoge el periódico La Vanguardia.
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Las fuentes de la ONCE consultadas por dicho medio aseguran que este tipo de personas que se inscriben en estas listas para ludópatas y adictos al juego no pueden jugar ni cobrar premios y aclaran que ya ha ocurrido en más ocasiones. El desenlace siempre ha sido el mismo.
Desde la ONCE insisten en que si la persona que se presentó «con el cupón en la mano y con su DNI» constaba en el mencionado registro, tienen «la oblación legal de no pagarle». Asimismo insisten en que, quien no lo crea así, puede acudir a los juzgados y que ellos «estarán encantados de pagarles si les dan la razón».
Por contra, la familia perjudicada defiende que el cupón agraciado fue el regalo de una madre a su hija, pero que la ONCE les ha negado tal premio «tras hacerle firmar un documento al marido sin explicar en qué consistía». Así lo apunta el abogado Salvador Pérez Alonso, que es quien ejerce la defensa de los intereses de la familia.
«En un documento con las cláusulas en letra minúscula, el firmante declaraba que era titular del citado cupón, sin posibilidad de modificar la titularidad más tarde, todo ello a sabiendas de que el marido de la agraciada se encontraba inscrito en el RGIAJ», añade La Vanguardia, que se hace eco de las palabras de este letrado.
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Según el abogado de la familia, la vendedora del cupón en cuestión corroboraría esa versión. Pérez también lamenta que una organización sin ánimo de lucro como es la ONCE «busque cualquier resquicio legal para no pagar un premio ganado legítimamente».
En España existen 50.000 personas inscritas en el RGIAJ, que especialmente está pensado para que no puedan, con sus datos, abrirse cuentas en plataformas de apuestas ni acceder, de forma presencial, a casinos y otros salones de juego.
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