Cómo funciona una pistola táser y en qué situaciones debe usarse

La Policía Nacional utilizó por primera vez en Gijón este lunes una pistola táser para reducir a un boxeador profesional que, presuntamente, estaba agrediendo a su pareja. Fue una intervención pionera en la ciudad con un arma recientemente incorporada al equipaje de los agentes en la ciudad, aunque en otros países su utilización se lleva realizando desde hace tiempo.

El mecanismo de este tipo de arma es sencillo. Dispara dos dardos pequeños que se incrustan en el objetivo, inmovilizándolo mediante los pulsos eléctricos que transmite. Estos dardos (electrodos) están concectados a la pistola por un cable que es el que emite la descarga. Por todo ello, una pistola táser requiere de una distancia corta para su utilización, de no más de siete metros.

La descarga eléctrica que producen es de 50.000 voltios, aunque se reduce a 1.200 al entrar en contacto con el cuerpo. Una intensidad que puede parecer alta, pero que no tiene por qué resultar dañina, ya que estas descargas cuentan con un ampearaje bajo, que es lo que verdaderamente determina la potencia de la corriente.

En cualquier caso, su uso solo se recomienda en situaciones en las que sea estrictamente necesario, bien por la amenaza inminente, bien por la agresividad del individuo a detener o bien por la corpulencia y potencial peligrosidad del objetivo, como era el caso al tratarse de un corpulento boxeador profesional.

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