«Esperamos celebrar algo, aunque sea a medio gas»
Romerías. ·
Las fiestas más emblemáticas de Asturias se preparan para el segundo verano de pandemia, con menos restricciones, pero aún lejos de la normalidadRomerías. ·
Las fiestas más emblemáticas de Asturias se preparan para el segundo verano de pandemia, con menos restricciones, pero aún lejos de la normalidadANA RANERA
Domingo, 13 de junio 2021
A la vuelta de la esquina, asoma otro verano raro. Ya no hay novedad en esto de vivir julio y agosto sin las grandes fiestas de prau asturianas, pero eso no quita para que los asiduos a ellas sientan la pena de no poder ... disfrutarlas como hicieron siempre. Hace justo un año, amenazaban con celebrar el doble en 2021 y, ahora, visto lo visto, anuncian que en 2022 tocará festejar el triple. La tierrina les toma la palabra, pero, de momento, la prudencia gana la batalla y se preparan para otra edición descafeinada.
Publicidad
Según las últimas decisiones del Principado, se podrían celebrar fiestas de prau de hasta 5.000 personas en espacios perimetrados. Pero esta medida no parece que vaya a animar a sus organizadores a intentar sacar adelante sus romerías, porque basta con haberlas disfrutado alguna vez para saber que congregan a bastantes miles más.
Lo tienen claro, por ejemplo, en Pola de Siero, donde el silencio se impondrá en La Sobatiella, porque el Carmín está cancelado tal y como lo conocíamos y lo conocemos. «Nuestra decisión ya estaba tomada antes de estas últimas noticias», asegura Lucía Noval, presidenta de la Sociedad de Festejos. «Para hacer un Carmín para 5.000, no lo hacemos», apunta. Es comprensible, teniendo en cuenta que esta cita suele acoger a más de 50.000 romeros.
«Nadie se sorprendió cuando cancelamos, era lo lógico», señala el vicepresidente, David Cimadevilla. «Yo creo que ninguna fiesta tenga capacidad para controlar esos aforos», anota convencido y sin comprender las nuevas medidas. «Me sorprende que propongan esas restricciones porque luego seríamos nosotros los responsables en caso de que ocurriera algo», añade. Además, falta poco más de un mes para que llegue el día, así que sería casi imposible hacer realidad la cita, que lleva mucho trabajo detrás. «Con este tiempo, no se podría organizar una romería».
Pese a esta ausencia de día grande, planean alternativas que sacien las ganas de folixa de sus vecinos. «Nuestro Carmín empieza ya el jueves. Tendremos actividades lúdicas tanto para niños como para adultos», señala Noval. Lo dice con la tristeza de estar cancelando su fiesta en su primer año como presidenta: eso no es lo que una se imagina antes de llegar a este cargo. «Es una pena inmensa», dice, mientras cuenta los meses para la próxima. Llegará pronto y será antológica, de eso nadie duda.
Publicidad
En Cangas del Narcea, entienden bien ese sentir. Para sus vecinos, el año empieza con la Descarga y no hay sensación comparable a notar temblar el pueblo bajo sus pies, con los estallidos de pólvora. Este próximo julio, sus calles no vibrarán -otra vez- ni se sobrecogerán con los estruendos que les traen a la memoria demasiados recuerdos. «A pesar de las normas, no nos queremos arriesgar a organizar una fiesta. Es incalculable la gente que podría juntarse aquí».
Lo tiene claro Luis Martínez Tejón, presidente de la Sociedad de Artesanos. «La decisión de no hacerla está tomada. Lo que queremos ahora es tirar un único volador para nuestra Virgen del Carmen el 16 de julio. Para nosotros, ese gesto ya es emotivo», explica ilusionado.
Publicidad
Lo que para otros es solo un estallido, para ellos significa el comienzo de una nueva etapa, es empezar de cero, tener otra oportunidad, llenarse de esperanza. «El sábado hubo una boda y se tiraron voladores. Cuando el pueblo los oyó, ya no se hablaba de otra cosa. Eso es porque la gente tiene ganas de sentir la Descarga», explica sin disimular la emoción. Ya se sabe que, en Cangas del Narcea, en cuanto nace un niño se convierte en socio de Artesanos. Para ellos esta fiesta no son solo días y noches de juerga: es fervor y es devoción.
Pese a no haber Descarga, habrá alguna celebración. «El día 15 haremos la cena de Artesanos y la jira de Santa Ana aún no hemos decidido si la haremos realidad». El tiempo lo dirá y les hará olvidar estos dos años de silencio, porque lo mejor de las peores cosas es que se olvidan rápido.
Publicidad
Por lo pronto, a la oleada de cancelaciones se suma la de Piraguas, aunque por allí, en Arriondas y Ribadesella, sí que cuentan con celebrar el Descenso Internacional del Sella. «Queremos mantener la competición deportiva. De momento, nadie nos la prohibió, así que seguimos organizándola», explica Juan Manuel Feliz, presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS).
«No queremos preparar la parte festiva, porque, aunque las cosas vayan a estar mucho mejor, no van a estar bien al 100%», indica. Pretenden así evitar las aglomeraciones en la ribera del Sella y dejar a las piraguas recorriendo el agua sin acampadas en los praos, comidas campestres ni verbenas hasta las tantas. «Queremos celebrar, aunque sea a medio gas».
Publicidad
Lo deciden de esta manera porque «suspender el Descenso otra vez tendría muchos efectos secundarios, por ejemplo, de cara a los patrocinadores, que se verían dos años seguidos sin competición», señala. «Queremos llevar a cabo la parte deportiva como se está haciendo otros muchos campeonatos». Ellos no quieren que, cuando puedan volver, ya no puedan hacerlo como siempre porque ya no sean lo que fueron.
Habrá que esperar entonces otro año para ver esta carrera llenando Arriondas. El mismo tiempo que hará falta para entonar el himno a San Timoteo que resuena en Luarca cada 22 de agosto, con los chambrones y los bastones zarandeándose en alto. «Hacer la romería en el campo es imposible», afirma Tono Álvarez, presidente de la Cofradía de San Timoteo. «Haremos otras cosas como algún concierto, pero tenemos que tener, sobre todo, prudencia y mucha responsabilidad», asegura este veterano de la fiesta.
Noticia Patrocinada
Lo dice deseando que el tiempo hasta que pueda festejarse por todo lo alto «pase rápido». «La primera vez que fui a la romería tenía veintidós días, llevo toda la vida disfrutándola, así que nadie puede imaginar la pena que nos da». En su opinión, «la cosa va mejor, sí, pero para bailes no está», por mucho que les duela.
Tampoco los habrá en el Descenso Folklórico del Nalón, el carnaval acuático que tanto disfrutan en Pola de Laviana y que el año pasado fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. «Una fiesta de este calado es muy difícil lograrla sin aglomeraciones y con distancia. Es prácticamente imposible», asegura Pablo Vázquez, concejal de Festejos de Laviana.
Publicidad
Para ellos, sería toda una odisea controlar que solo hubiera 5.000 asistentes. «El último año vinieron 40.000 personas, así que lo veo muy difícil», apuesta. Porque, además, esta folixa alcanza todos los rincones del pueblo, no está perimetrada. «No nos parece que haya una manera de vigilar el aforo. ¿Cómo evitas que la gente se sume si aquí no hay una entrada ni una salida?», se pregunta. «Esto se hace por las calles».
Igualmente, desde su organización no se quedan de brazos cruzados. «Estamos trabajando en el Ayuntamiento para ofrecer alguna actividad de ocio alternativa. A lo mejor, hacemos algo para los niños, aunque no tenga que ver con el Descenso, simplemente para que no sea un sábado más», adelanta.
Publicidad
No es la única idea que ya tienen en mente, el pueblo también tendrá atractivo para que sus vecinos respiren el ambiente festivo. «La propuesta más viable es la de traer alguna embarcación de otros años y mostrarla de forma estática. También se nos ocurre bajar alguna charanga por la calle». Algo es algo, ya vendrán mejores tiempos. «Esta sería la primera edición como Fiesta de Interés Turístico Nacional y no corresponde hacerla con restricciones y poca gente. Es mejor pasar palabra y, cuando vuelva la normalidad, volver con todas y a por todas».
Tendrá que extenderse el verano de 2022 hasta el otoño para celebrar todo lo que queda pendiente. En Pravia así lo creen, porque, este próximo 8 de agosto, su Xiringüelu no dejará esa imagen -ya tradicional- del prau Salcéu repleto de romeros, venidos de casi cualquier punto de Asturias y de España. «El tema del prau ni tocarlo». Es tajante -y con razón- Adolfo Marcos, presidente de la Cofradía de El Xiringüelu.
Publicidad
Ellos se desquitarán llenando la localidad de ambiente de verbena, aunque tenga que ser cumpliendo todas las restricciones que haya en esa fecha. «Si todo sigue a favor, mantendremos la entrega del bollo el viernes, aunque pondremos varios puntos, en lugar de solo uno, para evitar las aglomeraciones», señala. Esta folixa a medias continuará el sábado con las cenas de las peñas, que tampoco faltaron el año pasado. «También pretendemos hacer el popinazo, que es el pregón de la fiesta».
Ellos no ven riesgo en estas actividades porque «son más locales»: «No creemos que vayan a masificarse». Llegará después el domingo, día grande, en el que seguro que la hora del vermú congrega a todos los vecinos, que, además, disfrutarán de alguna actividad infantil «para involucrar a los pequeños en la fiesta», indica.
Ellos también planean sumarse a las actividades a través de la red, lo que no saben todavía es cómo lo harán exactamente. «Queríamos que las peñas hicieran un Tik Tok que recordara El Xiringüelu y dar los premios Cuervón, Cuervo y Cuervín que habitualmente recibían las casetas».
Adolfo Marcos tiene claro que, este año, «con la cosa mejorando», las medidas no pueden ser tan severas. «No podemos ser igual de restrictivos», apunta. Que se prepare el Salcéu porque cuando lleguen los romeros en 2022 va a ser difícil desalojarlos. «El año pasado nos quedaron sin celebrar los ochenta años de Xiringüelu». Ni perdonan ni olvidan, apuntan. «El año que viene habrá que celebrar dos domingos consecutivos, lo haremos por todo lo alto», promete.
Publicidad
No sabemos todavía si entre ese primer domingo y el segundo se quedarán en la caseta, aunque, por ganas, parece que lo harían. Es fácil entender sus sensaciones porque no son únicas, se repiten, de oriente a occidente de nuestra región, en cada una de las muchas localidades que se quedan sin su fiesta, de nuevo. Porque no solo es una celebración, es el reencuentro con los que viven lejos del pueblo, es la alegría de una orquesta que toca las mismas canciones como si no hubiera pasado el tiempo y son las sensaciones que dan al verano su buena fama, la de que nadie quiera nunca que se marche. La folixa volverá y nosotros volveremos, habrá que prepararse.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.