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Los vecinos del pequeño pueblo castellonense de Sant Mateu no salían de su asombro durante el pasado fin de año. El continuo trasiego de personas alteró la tranquilidad de este municipio de apenas dos mil habitantes. Y es que casi sin saberlo una de las naves abandonadas de la localidad acogía una fiesta de Nochevieja ilegal ... . La intención era bien clara. Alargar la celebración hasta Reyes y a punto estuvieron de conseguirlo.
Solo la intervención de la Guardia Civil, que procedió el pasado sábado 4 de enero al desalojo «progresivo y sin incidentes», consiguió evitarlo. En el momento de la intervención todavía había unas 400 personas en la fiesta, que parecían resistirse a abandonar esta instalación abandonada, propiedad de la Diputación y que durante unos cuantos días se convirtió en un templo de la música electrónica.
Más de mil jóvenes llegaron a congregarse en este festival clandestino organizado por el colectivo «Save The Rave» en redes sociales. La lista de invitados de esta celebración «privada» era larga. Cualquiera podía unirse a la convocatoria, pero para ello había que solicitar la dirección de la misma, puesto que el lugar era secreto para que las autoridades no la tumbaran. A pesar de ello, se cuentan asistentes de todo el país.
Tanto la Administración provincial como los propietarios de los terrenos contiguos a la antigua planta de purines vallada han denunciado los hechos, al ver como sus campos de olivos se llenaban de vehículos, tiendas de campaña y mucha suciedad.
Los efectivos de la Guardia Civil desplazados a la zona no dejaron de realizar controles de alcoholemia y drogas en todos los accesos a la localidad para evitar incidentes, al tiempo que estudiaban el desalojo con el protocolo previsto en estos casos. Finalmente, el sábado, tras cuatro jornadas de desenfreno, los agentes cortaron la música y pusieron fin a la «rave».
La alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, ha relatado que recibió una llamada de la Benemérita el día 1 por la mañana, después de que «algún vecino que fue a su finca colindante» diera el aviso de que había una fiesta ilegal, e interpusieron la correspondiente denuncia.
Las naves afectadas se construyeron hace 15 años y se ubican en una zona limítrofe del término de Sant Mateu con los municipios de La Jana y Cervera del Maestrat.
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