Farmacias, droguerías, ferreterías y centros comerciales estarán obligados a informar de las ventas de productos que puedan servir de explosivos

El plan de Interior tiene dos ejes, un plan anual y una instrucción, que sustituye a la de 2013, y que básicamente obliga a los comerciantes a informar a Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) de las compras de ciertos productos. Estarán obligados a partir de ahora a informar sobre estas ventas las droguerías, ferreterías, farmacias, tiendas de mantenimiento de piscinas, tiendas de jardinería, centros comerciales y supermercados.

Estos comercios deberán tener registros sobre las ventas de productos susceptibles de ser usados para fabricar explosivos (precursores) tales como cloro, acetona (los terroristas de Alcanar compraron centenares de litros), ácido sulfúrico o ciertos abonos (que contienen nitratos, básicos para fabricar, por ejemplo, el amonal). Todos los compradores, así como la cantidad y el tipo de producto, deberán ser registrados.

El control también se extenderá a los proveedores de estas sustancias, que deberán tener archivos rigurosos sobre a quién distribuyen y las cantidades.

El departamento que dirige Fernando Grande Marlaska también quiere involucrar a vendedores y detectores en la identificación de personas sospechosas. En breve, va a distribuir instrucciones a los comerciantes.