J. L. GONZÁLEZ / N. A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Domingo, 8 de marzo 2020, 03:39
La crisis sanitaria del coronavirus tiene un claro componente económico. La ralentización de la actividad en China a causa de la enfermedad y de las medidas de control de su expansión han puesto en jaque a países de todo el mundo que dependen del ... gigante asiático. La ola se expande también a Europa y las bolsas de todo el mundo sufren los rigores de la incertidumbre. En medio de esa coyuntura debe moverse la economía asturiana. Expertos consultados por este periódico descartan que las grandes cifras de la exportación de la región vayan sufrir graves recortes a causa de esta enfermedad, pero sí alertan de posibles problemas para otros sectores, como el metalmecánico y el de la fabricación en general.
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La razón de la baja afección directa es sencilla: «Nuestro grado de exposición a China no es grande», señala Teresa Vigón, directora general de la Sociedad de Promoción Exterior del Principado. Asturias exportó a China el pasado año productos por 69 millones de euros, lo que representa un 1,4% de la cifra con la que región cerró el año. Pero donde sí ve Vigón potenciales problemas que ya han denunciado desde la patronal asturiana es en la fabricación. Los retrasos en los envíos pueden provocar que algunas empresas asturianas incorporen esas demoras a su producción. No obstante, Vigón no cree que la afección vaya a ser severa, máxime cuando Asturias importó el pasado año 26 millones de euros en bienes de consumo de China, una cantidad menor. «Todo el mundo va a tener que flexibilizar sus condiciones en plazos de entrega. Creo que se producirán retrasos, pero no pérdidas de ventas», señala.
La profesora de la Universidad de Oviedo Ana Valdés, experta en expansión internacional de la empresa, ve también en la cadena de suministro uno de los principales problemas a los que se enfrenta Asturias. «Hay que tener en cuenta que en el entorno en el que se desenvuelven hoy las empresas, cada vez más competitivo, la cadena de suministro se ha convertido en un aspecto clave», sostiene.
Quien ve otro campo de afección a Asturias es Mario Martínez, consultor del área de internacional de Llana Consultores. Que Asturias no tenga una gran exposición a China no significa que los clientes de las empresas asturianas no la tengan. Los países de Centroeuropa que compran bienes a muchas empresas del sector metalmecánico asturiano tienen una intensa relación comercial con el gigante asiático. El enfriamiento de estos intercambios comerciales puede llegar a afectar también a Asturias.
El foco está puesto en China, pero hay otros cinco países, Italia, Corea del Sur, Japón, Singapur e Irán, donde el coronavirus también está experimentando una gran expansión. Los expertos consultados creen que los problemas para la economía asturiana por la relación con estos países será menor, al tener una relación comercial residual. Solo Italia ocupa una posición alta en la tabla de países receptores de los productos asturianos, pero, según explica Teresa Vigón, nada indica que vaya a afectar al comercio.
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La ralentización en los intercambios comerciales con China puede suponer también una oportunidad para Asturias. Tanto Begoña Fernández-Costales, presidenta de la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias, como Mario Martínez, creen que diferentes países pueden intensificar sus relaciones comerciales con Asturias y España ante la necesidad de abastecerse. «Hay empresas que usan componentes provenientes de China y hay desabastecimiento. Pero también es una forma de atraer la fabricación a nuestra región», señala Fernández-Costales.
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