![Los estudios serológicos muestran que la mayoría de la población todavía es susceptible de contagiarse](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202005/11/media/cortadas/desesacalada-kSBG-U1101373381880X-1248x770@El%20Comercio.jpg)
![Los estudios serológicos muestran que la mayoría de la población todavía es susceptible de contagiarse](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202005/11/media/cortadas/desesacalada-kSBG-U1101373381880X-1248x770@El%20Comercio.jpg)
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La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus portavoces, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, el doctor Mike Ryan y la doctora van Kerkhove, dedicó su rueda de prensa de esta noche a los países que, como España, comenzaron las fases de desescalada durante el fin de semana.
Esperan que la desescalada sirva como estímulo a la economía de los países afectos tras el duro golpe de la pandemia de COVID-19 siempre que se mantengan las medidas de vigilancia ante nuevos posibles brotes, así como en el refuerzo de los sistemas de salud. Además de los seis criterios que la OMS ya estableció la semana pasada para evaluar si un país en concreto puede comenzar la desescalada, añaden tres preguntas clave:
1. ¿Está la epidemia controlada?
2. ¿Puede el sistema de salud absorber los posibles casos positivos de COVID-19 en los que podría resultar la desescalada?
3. ¿Existe un sistema de vigilancia que pueda detectar y gestionar posibles casos positivos, así como sus contactos?
Sin embargo, advierten que la relajación de las medidas de confinamiento puede tener consecuencias complejas, como ocurrió en Corea, con el cierre de bares y discotecas en tras un nuevo brote la semana pasada. Mientras tanto, en Wuhan ya han identificado al primer nuevo brote tras el fin del confinamiento y señalan que Alemania informa de un aumento de casos tras la relajación de las medidas de seguridad. «Por suerte, estos tres países tienen sistemas implantados que permiten detectar y responder a cualquier nuevo brote», afirma la OMS.
Sobre una posible inmunidad colectiva, subrayan que los estudios serológicos muestran que un porcentaje muy pequeño de la población tiene anticuerpos contra la COVID-19, por lo que la mayoría de la población todavía es susceptible de contagiarse. Para asegurar que todos los países puedan gestionar posibles nuevos brotes, la OMS está trabajando conjuntamente con los gobiernos que están saliendo del confinamiento. Para ello, han publicado unas nuevas consideraciones sobre salud pública centradas en la reapertura de colegios y lugares de trabajo.
Sobre la controvertida decisión de reabrir o no los centros educativos, la OMS tiene claros tres factores que debemos tener en cuenta:
1. Entender claramente la transmisión y la gravedad de la COVID-19 entre la población infantil.
2. Evaluar la situación epidemiológica en la localización geográfica del centro educativo.
3. Asegurar la capacidad del centro educativo para implementar medidas higiénicas.
Sugieren que estas medidas se apliquen también a cualquier lugar de trabajo, donde además se deberán desarrollar planes para la prevención y la mitigación de la COVID-19 como parte de los nuevos planes de negocios.
La reciente pandemia de COVID-19 ha devuelto a muchos profesionales de la salud a otra epidemia históricamente cercana: el VIH. La OMS no puede evitar establecer vínculos entre ambas crisis sanitarias y subraya la importancia de mantener los servicios de salud para pacientes con VIH y SIDA tras el reciente desarrollo de un modelo por parte de la OMS en colaboración con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (UNAIDS por sus siglas en inglés).
En ese modelo se contempló el peor escenario posible para los enfermos de VIH/SIDA: una interrupción de 6 meses en la administración de medicación antirretroviral que podría tener como resultado más de 500.000 muertes en África subsahariana por enfermedades relacionadas con el SIDA, entre las que se encuentran la tuberculosis. Esta situación podría minar más de una década de trabajo y, aunque subrayan que se trata de un posible peor escenario, piden que no se convierta en una realidad. «A pesar de que toda la atención está centrada en la pandemia de COVID-19, debemos asegurar las pruebas y el tratamiento para la tuberculosis y el VIH lleguen a las comunidades que más lo necesitan», subrayó el Dr. Tedros.
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