«Tanto H.P. vivo y se muere nuestra madre»: el sincero mensaje en una esquela viral

A los 68 años, los ojos de Ana María Marbelo García se cerraron para no abrirse más. Ocurrió el pasado 23 de junio en Santa Cruz de Tenerife y su escueta esquela se ha convertido en viral por la cruda reflexión de su familia. En pocas palabras, expresa la sensación de injusticia que han sentido tantas personas antes frente a la pérdida de un ser bueno y querido.

Los hijos de la difunta dejan de lado la clásica estructura de estos textos mortuorios para dar protagonismo a su mensaje. Adiós al protocolo. Franqueza a bocajarro: «Tanto H.P. vivo y se muere nuestra madre».

En la esquela no aparecen ni nombres, ni apellidos –más allá de los de la finada- y ni siquiera se especifica donde se celebrará el funeral ni el posterior entierro. Quien quiera saber más, que llame. «Para más información referente Tanatorio Santa Lastenia, Grupo Memora. 922 620 311», detallan.

Hace unos meses, la esquela de una mujer de 103 años también fue ampliamente compartida, en ese caso por las duras palabras que enviaba a su familia. Clotilde, viuda de Ceferino, pedía a quienes no se preocuparon de ella en vida que no se molestaran en acudir a su funeral. Én realidad, se desconoce si la propia anciana pidió incluir el aviso o fue cosa de parte de sus descendientes.

En junio del año pasado, una mujer en Lugo sí dejó claro las directrices, siguiendo sus «principios» y «particular manera de decir las cosas». Su esquela incluía una lista de quince nombres y tres puntos suspensivos. «Al resto de gente que jamás se preocupó durante mi vida, les deseo que sigan tan lejos como estuvieron», puntualizaba.

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