«Espero que esta pandemia ayude a entender lo útiles que son las vacunas»

Es por esto que el Conseyu de la Mocedá de Xixón organizó una conexión en directo, a través de su perfil de Instagram, con una epidemióloga asturiana, Raquel Medialdea. Esta especialista en el control y prevención de virus, trabaja actualmente para el Ministerio de Sanidad de Malta como fellow del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las enferemedades (ECDC) y da apoyo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El objetivo del Conseyu es desmontar mitos y ofrecer verdades acerca de la pandemia a través de una voz joven para comunicar de una forma más sencilla.

Al principio, dijo Raquel, «la gente estaba muy confundida, y las preguntas que me hacían giraban en torno a: '¿de verdad es grave?' o '¿lo han creado los chinos en un laboratorio?'. Luego, empezamos a entender mejor las cosas y, entonces, las cuestiones se enfocaban más hacia qué pueden y qué no hacer, o cómo protegerse correctamente».

En la actualidad, la gente lo que más quiere saber es «si habrá rebrote o si pronto saldrá la vacuna. En esto último puedo decir que hay buenas noticias: hay muchas en desarrollo siendo probadas con éxito en humanos».

Esta epidemióloga pide, insistentemente, que no se fíen de todo lo que ven en las redes sociales. «Quiero que la gente comprenda dos cosas. Por un lado, que los medios en los que más debemos confiar para información de epidemias son las instituciones de salud pública, como la OMS o las agencias nacionales e internacionales de salud pública». Estas son las verdaderas fuentes que se deben tener como referencia, aseguró.

Por otro lado, advirtió de que «si ven que hay contradicciones con el paso del tiempo es porque a lo largo de los meses, según hemos ido descubriendo más sobre este nuevo virus, nuestras recomendaciones han ido adaptandose. Se trata de un virus que no conocíamos, y en solo cinco meses es increíble todo lo que estamos consiguiendo».

En el directo contó con alrededor de cincuenta personas que le iban enviando sus preguntas. '¿Habrá una segunda oleada?' lanzó un usuario. A lo que Raquel respondió que «hay muchas probabilidades. Al no contar todavía con una vacuna ni con la inmunidad de toda la población, es posible que el virus siga encontrando organismos susceptibles de ser infectados». Lo bueno, añadió, «es que ya vamos sabiendo cómo hacerle frente, así que creemos que, en caso de un rebrote, no volvería a ser tan dramática la epidemia».

La posibilidad de mutación fue otra de las dudas que dieron a conocer los jóvenes durante la conexión con Medialdea. «La tasa de mutación de la COVID-19 vemos que es muy baja. Es menor que la de la gripe, virus para el cual tenemos que, de año en año, ir renovando la vacuna». No hay evidencias, apostilló, de que una persona vuelva a contagiarse una segunda vez. Hubo casos en China y en Corea del Sur de personas que volvieron a dar positivo semanas después de recuperarse, pero según Raquel, «parece ser que lo que detectaban las pruebas eran fragmentos de ARN, restos de virus que quedaban en el cuerpo, pero que no infectaban a otros». Lo que aún se desconoce es cuánto dura la inmunidad. «Tal vez unos seis meses, pero todavía ha pasado muy poco tiempo, tenemos que esperar para asegurarnos». Tampoco se sabe si este virus llegó para quedarse, porque «por ejemplo, la gripe sí es más estacional, se da menos en verano que en invierno. Pero el coronavirus estamos viendo que también lo padecen en el hemisferio sur en estaciones cálidas».

En cuanto a si los animales son transmisores, no está claro. «Hace poco se dio un caso de un equipo que trabaja con visones, en Holanda. Al parecer, estos contagiaron a los empleados, pero todavía hay que seguir investigando al respecto. No es muy común que los coronavirus salten de un organismo a otro, no se adaptan tan fácilmente».

Otra cuestión planteada entre la gente es si se puede infectar a alguien a través del sudor. Según Raquel, «se ha visto que el virus está presente en saliva, orina, heces e incluso semen, pero en sudor no se ha detectado».

En relación a los anti vacunas, aconsejó que «intentemos convencerles de que las vacunas son el mejor invento de la historia, junto al lavado de manos, para la prevención». De un tiempo a esta parte proliferaron colectivos que abogaban por la no vacunación: «Espero que esta pandemia ayude a entender lo útiles que son las vacunas. Quienes no las toman no solo están causándose daños a ellos mismos, sino a todas las personas de su alrededor».