Pals (Cataluña). El pueblo de Pals, ubicado en la comarca del Baix Empordà, es uno de los más bonitos de la Costa Brava (Girona, Cataluña). Esta pequeña villa medieval suele recibir un buen número de turistas cada fin de semana. Aunque no tiene monumentos o museos de gran renombre, sus preciosas calles empedradas, sus murallas y sus edificios góticos son un reclamo más que suficiente para justificar una visita. El topónimo de Pals tiene su origen en el nombre latino Palus (lugar pantanoso). El pueblo, junto a su castillo de Montaspre (montis aspero), se menciona por primera vez en el año 889 en un precepto del rey Odón de Francia. Durante siglos, diferentes reyes cedieron el castillo y la villa a los obispos de Girona, a diversas familias nobles, a los condes de Barcelona, a los barones de Cruïlles, etc. Durante la guerra civil catalana el castillo quedó destruido y hoy solo se conservan la Torre de les Hores, las murallas y algún elemento estructural.
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