Carlos Calleja: «Hay muchas analogías entre el deporte y preparar una oposición»

–¿Por qué decidió lanzarse a la aventura de escribir este libro?

–La primera oposición que aprobé en mi vida la hice con treinta años, estando soltero, y fue para ser profesor de Secundaria. Casi quince años después, me volví a presentar a una, esta vez para Inspección Educativa, y también la aprobé. En ese momento, cuando terminé el segundo proceso, me di cuenta de que había claves que había repetido en las dos ocasiones y son claves que ahora utilizo con los alumnos de Opox Academia (fundada en 2017 junto con Ana Menéndez).

–¿Cuál diría que es una de esas claves fundamentales para aprobar?

–Creo que la primera es la organización del espacio de trabajo, de la agenda y de los materiales. Esas tres cosas fueron muy importantes para mí. Yo vengo del mundo del deporte y creo que hay muchas analogías entre los entrenamientos deportivos y el entrenamiento que tienes que hacer en casa para sacar tu máximo rendimiento.

–Volviendo a la organización, ¿estudiar una oposición es mucho más que sentarse a hincar los codos?

–En la primera página del libro ya lo digo: ponerse a estudiar una oposición no es sentarse a estudiar porque, al acabar ese primer día, quizá ya no sepas qué hacer el segundo día. Es muy importante planear la semana de trabajo el domingo por la tarde porque, haciendo eso, consigues sacar éxito a la semana. Organizar la semana es uno de los momentos más importantes.

–Más allá del estudio, ¿qué no puede faltar en la vida de un opositor?

–Son fundamentales las horas de sueño, la alimentación y el deporte.

–¿Quitarse de dormir es contraproducente?

–Sin ninguna duda. La oposición nos necesita fuertes, es un proceso muy exigente y tenemos que estar al 100%. Restarle tiempo al sueño, a la alimentación o al ejercicio físico es restárselo a la preparación. Hay que saber muy bien de dónde se puede quitar tiempo y de dónde no se puede quitar.

–¿Y por qué es tan importante la alimentación? ¿Hay que respetar los horarios de comidas y comer sano?

–Lo cuento en una anécdota en el libro: en las primeras oposiciones que hice engordé veinte kilos, así que sí, es muy importante la alimentación, respetar los tiempos y los plazos porque esa es la fuente de energía que tenemos. Es lo que en deporte llaman entrenamiento invisible.

–Después de esos veinte kilos que ganó en la primera, ¿en la segunda fue fundamental el deporte?

–El problema del peso que cogí en la primera fue un claro problema de planificación. Así que en la siguiente intenté que el deporte estuviese presente, que tuviera un hueco diario o al menos cada dos días porque te libera la cabeza. Lo mismo ocurre con el apoyo familiar porque en la segunda oposición tenía un niño de un año y es importante.

–Independientemente de la situación familiar, ¿todo el mundo necesita apoyo de quienes le rodean?

–Sí, sin mi mujer no habría podido hacer nada porque teníamos unas responsabilidades y ella las fue tapando. Y, cuando hablo con los opositores, me lo confiesan: se van poniendo histéricos y nerviosos, y eso afecta a su carácter y al día a día. La familia también lo sufre.

–¿Hay mucho de usted en estas páginas?

–El libro tiene mucha dosis de autobiografía y de anécdota personal. No es un libro de claves científicamente probadas, sino de experiencias personales. El libro está centrado en lo que no se ve, en el trabajo de casa. Es una visión personal.