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Lucía Ramos
Martes, 17 de mayo 2016, 07:57
«Estoy aquí porque tuve un sueño de cambio como asturiano, primero, y como universitario, después». El catedrático de Química Física y Analítica Santiago García Granda tomó ayer posesión del cargo de rector de la Universidad de Oviedo con el compromiso de trabajar para lograr una institución «más transparente, más dinámica y más cercana». Lo hizo en un solemne acto celebrado en el edificio histórico de la Universidad y presidido por el presidente del Principado, Javier Fernández, y el rector saliente, Vicente Gotor.
«Tener y mantener esta química entre Universidad, comunidad y sociedad será un gran y motivador reto», arrancó el nuevo rector. Continuó con una nueva referencia a su especialidad al hacer hincapié en la importancia de «cristalizar las ideas y los sentimientos para poder purificarlos y obtener su utilidad para todos en común».
García Granda, quien inició su discurso con un reconocimiento a su familia y en asturiano, aseveró que sigue queriendo «cambiar el mundo», y pidió el compromiso de «las administraciones públicas, los agentes sociales y económicos y los miembros de la comunidad universitaria en este empeño de cambiar la Universidad». Una Universidad que caminará «hacia un modelo descentralizado, eficiente, innovador e ilusionante». El nuevo rector manifestó también su intención de que ésta «sea una institución sentida por toda la ciudadanía asturiana».
Para lograrlo cuenta con «un equipo eficiente, cercano, representativo y, sobre todo, comprometido con la Universidad y con Asturias». Con su programa electoral como «guía de gobierno» y con la intención de integrar las ideas y sugerencias de los otros candidatos, García Granda invitó nuevamente a sus antiguos contrincantes a formar parte del Consejo de Gobierno de la institución.
El químico repasó algunos de sus compromisos con los diferentes colectivos de la comunidad universitaria y les invitó a formar parte de «este viaje en el que nadie sobra» y aseveró que su intención es «no defraudar la confianza recibida». Agradeció también el esfuerzo de su predecesor, Vicente Gotor, en «la gestión de una complicada etapa» y aprovechó para recordar que su programa contiene «un minucioso análisis de viabilidad económica que lo hace posible desde el esfuerzo conjunto, el apoyo institucional y la contribución de toda la comunidad universitaria».
García Granda se despidió con el deseo de que «Asturias sea un contexto de creatividad e innovación en todos los campos del saber con la Universidad como actor clave» y con la intención de «devolver la ilusión a la comunidad universitaria. Estamos en un momento de cambio en el que sociedad, Universidad y Administración debemos diseñar nuestro presente y futuro desde la corresponsabilidad que la ciudadanía nos exige».
«El viaje mereció la pena»
Un emocionado Vicente Gotor, quiso ayer recalcar su oferta de colaboración con su sustituto «desde el primer minuto de su mandato» y aseguró que deja el Rectorado «con el orgullo de haber tenido la oportunidad de trabajar por la Universidad de Oviedo, con la satisfacción de haber cumplido y con la esperanza de haber respondido a la confianza de la comunidad universitaria. Siento que he ganado sabiduría y experiencia y, sin ninguna duda, el viaje ha merecido la pena». Gotor se mostró, asimismo, convencido de entregar «una universidad más moderna, abierta, con proyección internacional y más implicada con su entorno territorial. Una universidad que ha aprovechado el legado de más de cuatrocientos años para tomar impulso y crecer».
El rector saliente destacó algunos momentos que «ya forman parte de mi paisaje personal» como el proyecto AdFuturum con el que la institución consiguió el Campus de Excelencia Internacional y destacó uno de sus últimos logros: el acuerdo de financiación hasta 2018 firmado con el Gobierno regional.
Un acuerdo que ratificó Javier Fernández, quien también ofreció su «lealtad y compromiso» al nuevo rector. Recalcó asimismo que «esos cuatro siglos, por sobresalientes que hayan sido, no aseguran el futuro. Estamos obligados a ganárnoslo mañana a mañana y hoy el desafío se llama adaptación, flexibilidad, capacidad de cambio». Como ejemplo de su compromiso, el presidente se refirió a los casi 4,5 millones de euros que el Principado destinará a las ayudas predoctorales Severo Ochoa entre 2016 y 2020. «521.924 euros corresponderán a este ejercicio 2016». La Universidad, indicó, «se ha convertido en una institución cada vez más cercana, transparente y abierta a la sociedad», por lo que no debemos pensar en ella «volcada en intramuros, sino transitiva y permeable».
El acto contó con una gran presencia de representantes políticos y sociales, como la del presidente del Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo; el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces; el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo; los alcaldes de Oviedo y Avilés, Wenceslao López y Mariví Monteserín; el presidente del Consejo Social de la Universidad, Lalo Azcona; y la concejala de cultura de Gijón, Monserrat López, entre otros.
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