José Guerrero, el director, con Tamara, Franziska y Milena.

Seis vacaciones al año, tres asignaturas al día y clases los sábados por la mañana

Tres alumnas alemanas del Kolleg St. Blasien hablan de las diferencias educativas durante su estancia en la Inmaculada

Olga Esteban

Jueves, 12 de marzo 2015, 19:55

Están sorprendidas con los horarios españoles. Con el de las clases y con el familiar, especialmente con la hora de la cena. Es lo primero que llamó la atención de Tamara Romacker, Franziska Mayer y Milena Kaiser, las tres alumnas alemanas, del Kolleg St. Blasien de la Selva Negra, un centro jesuita, que están realizando un intercambio en el colegio de la Inmaculada. Durante un mes permanecerán en Gijón, viviendo con familias del centro. Su extrañeza es normal, teniendo en cuenta las diferencias. Allí, sus clases empiezan a las 7.35 de la mañana, hora impensable aquí (salvo para los participantes en los programas de madrugadores, que acuden a desayunar a los colegios). Y terminan a las 12.30, mucho antes que aquí. Es más: los sábados también tienen clase, hasta las 12 horas. Se da la circunstancia de que recientemente una encuesta realizada por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa)concluía que la mayor parte de las familias están a favor de aumentar el número de días lectivos.

Publicidad

En esas cinco horas de clase solo tratan tres asignaturas (de las 14 que tienen por curso), repartidas en aproximadamente una hora y media cada una, con unos 20 minutos de descanso entre una y otra. Nada que ver con la organización española, con sesiones de 45 o 60 minutos por clase, con un descanso de media hora durante la mañana. Explican las alumnas que su horario es de reciente aplicación, y que ha sido votado por padres, profesores y alumnos. Coincide con el debate que el propio colegio que recibe a las alumnas, la Inmaculada, tiene abierto entre su comunidad educativa, para la posible implantación de lo que denominan jornada europea, con horario continuo para todas las etapas. En el St. Blasien, las tardes se dedican a otras actividades: deporte, teatro, ajedrez, orquesta, talleres, club de debate...

Deberes e idiomas

También los periodos de vacaciones son muy distintos. Aquí, los alumnos disfrutan de tres: Navidad y Semana Santa, más cortas, y las largas del verano. Allí hay seis periodos vacaciones. El de otoño, desde el 25 de octubre al 2 de noviembre; el de Navidad, del 19 de diciembre al 7 de enero (ese coincide con el español), el de Carnaval, del 12 al 24 de febrero; en Semana Santa, del 28 de marzo al 13 de abril; Pentecostés, que va del 25 de mayo al 7 de junio y el descanso estival, mucho más corto que el español, arranca el 24 de julio y finaliza el 14 de septiembre.

En cuanto a la organización de las aulas, en cada clase son entre 20 y 30 alumnos, cifras similares a las de aquí, y se sientan en filas de cuatro. Para estudiar, combinan los ejercicios y prácticas escritas con las participaciones orales. Esta última parte tiene, parece ser, un peso importante en las evaluaciones. Una vez en el curso y en la asignatura que elijan.

Las estudiantes aseguran que tienen deberes a diario (permanente debate aquí, sobre si es necesario y beneficioso o no), que estudian inglés desde Primaria y en Secundaria, francés, latín o español. También pueden escoger otros idiomas, como griego, chino, e italiano. Además, cursan dos horas de religión a la semana.

Publicidad

Los jesuitas en Cataluña ha puesto en marcha precisamente un proyecto piloto, con un innovador método educativo, que ha eliminado asignaturas, deberes y calificaciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad