La directora del CNIO gastó 150.000 euros en mejorar su imagen en medio de denuncias por acoso laboral

En las últimas horas, el equipo de Diana Morant, la titular de la cartera ministerial de Ciencia, ha recibido dos extensos documentos que apuntan a Blasco como la causante de todos los problemas que atraviesa el CNIO, entre ellos «la caída de la producción científica», una «importante crisis financiera» y «otros escándalos» que salpican a la entidad.

En la extensa documentación, los investigadores incorporan una decena de denuncias que abarcan desde 2011 hasta este año por acoso laboral firmadas por directores de programa, jefes de grupo y de unidad, científicos y resto de empleados. Las quejas formuladas en algunos casos hablan de «trato vejatorio, racista, ofensivo y acoso laboral y psicológico». «Hay numerosos informes de riesgos psicosociales que alertan de fuertes presiones de la dirección a los jefes de unidad y quedan en saco roto», explican fuentes del CNIO a este periódico. «Un joven investigador fue obligado a borrar unos tuits y luego fue despedido», añaden.

Los documentos también repasan los estados financieros del centro que en los últimos años acumulan un déficit de 4,5 millones de euros y, según los datos aportados por los investigadores españoles, la pérdida de fondos acumulada superaría los 40 millones. «El centro se dirige como si fuera un cortijo», denunció en este periódico a mediados de diciembre una jefa de unidad del CNIO.

Al mismo tiempo que se sucedían las denuncias por acoso laboral, alguna de ellas llegó hasta los tribunales, la dirección, según ha podido saber este periódico, convocó hasta en tres ocasiones un concurso para «dar apoyo a la oficina de Imagen Institucional».

El primer contrato se licitó al inicio de la pandemia bajo la justificación de la «carencia de recursos necesarios para la prestación del servicio referido». Entre las funciones contratadas se encuentran la organización de eventos, viajes y justificación de estos. Además, según especifica el pliego, la empresa contratada también «tendrá entre sus tareas el apoyo a la oficina de Mujer y Ciencia del F.S.P. CNIO (WISE Office) y a la oficina de Imagen Institucional».

El primer pliego fue adjudicado en 2020 por 44.325 euros a Typsa Estadística y Servicios. Meses más tarde, la concesión recayó en Normadat a cambio de 53.400 euros. El tercer y último contrato se firmó en 2023, en 2022 quedó desierto, con Geodosol con un montante de 54.450 euros. Fuentes internas del CNIO denuncian que «el equipo de comunicación ha crecido mucho en los últimos años a la vez que nuestros medios tanto humanos como logísticos se han reducido».

En sus más de diez años al frente del organismo, la gestión de la alicantina ha sido puesta en duda por los trabajadores del centro y también por el Ministerio de Hacienda en las auditorías de las cuentas. «Aflora un aumento de las contrataciones de personal indirecto de apoyo de imagen y comunicación», advirtió en 2019 el departamento de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en un documento al que ha tenido acceso este periódico.

Con los informes de los investigadores y las justificaciones exigidas a Blasco y a Juan Arroyo, gerente del CNIO, sobre la mesa del ministerio, los patronos deberán decidir sobre el futuro de la actual dirección del centro. La fecha será el 29 de enero tras una reunión del patronato.