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La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, trata de ganar, al menos, la batalla del relato horas antes de la celebración de la reunión extraordinaria del patronato del próximo miércoles 29 de enero a las 11:00 horas. En una ... carta abierta dirigida a los miembros, que decidirán si tanto ella como Juan Arroyo siguen al frente del mayor centro español de investigación contra el cáncer, les recuerda los mensajes que hace apenas una semana defendió antes los medios de comunicación en rueda de prensa: «Desde hace poco más de un mes se ha orquestado una campaña de bulos y desinformación encaminada a desprestigiar a la ciencia de excelencia, al CNIO y a mi persona».
En el texto que ocupa seis folios, la bióloga alicantina rechaza nuevamente las acusaciones que se le atribuyen desde mediados del pasado mes de diciembre después de que el diario ABC revelara que el organismo que dirige destinara cerca de un millón de euros a la actividad bautizada CNIO Arte. Blasco denuncia una campaña que ha viajado «a la velocidad de la luz» por los canales de comunicación y por las redes sociales, y se retrotrae a la «deshumanización» que sufrieron los judíos durante la Alemania nazi o los japoneses en Estados Unidos, asegura.
En la misiva, Blasco resume en ocho puntos las actuaciones que ha realizado en el último mes para contrarrestar «esta campaña». La directora científica recuerda la reunión que tuvo hace unas semanas con los trabajadores de la institución científica para analizar la situación y responder preguntas; una reunión con el Defensor del Pueblo para pedirle una auditoría externa de su labor y la del director gerente; o su comparecencia en medios de comunicación y ruedas de prensa.
Además, recuerda que todo lo que se le ha atribuido en prensa durante las últimas semanas son competencia del director gerente, de acuerdo con los propios estatutos del CNIO y la actual «bicefalia» que existe en la gestión del mismo, y ha incidido en que «no todo es relativo».
La desinformación y las mentiras «son el abono de la barbarie social», ha escrito Blasco, y ha denunciado los daños colaterales de esta campaña, entre ellos su prestigio personal y científico, el del CNIO y el de la ciencia española.
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