Detenido el presunto asesino de Pilar cuando pretendía cambiar su imagen en una peluquería

La Ertzaintza ya había estrechado el cerco del sospechoso. Los agentes habían encontrado esta mañana en Legazpi un Peugeot 206 de color gris en el que había emprendido la huída tras acabar con la vida su cuñada a cuchilladas este miércoles en Murchante.

Las pistas habían llevado a determinar que el hombre se habría desplazado hasta San Sebastián. Allí ha pasado la noche en un establecimiento del barrio de Amara. Tras abandonar la pensión ha ido en busca de un vehículo para continuar su huida. En un taller mecánico en el barrio de Lugaritz de San Sebastián ha sustraído un Seat León de color azul, que da la casualidad que era un vehículo sin distintivos de la Policía vasca. Tras un amplio dispositivo de la Ertzaintza y tras más de 30 horas de fuga han dado con él en el interior de una peluquería.

La Ertzaintza había informado a todas las comisarias de la comunidad para que se ampliara el despliegue y todos los recursos disponibles trataran de buscar el vehículo en el que viajaba el presunto asesino. La Policía vasca conocía los detalles del vehículo y su matrícula, por lo que el dispositivo de búsqueda se ha acotado.

Los esfuerzos de las autoridades se han centrado en controlar la zona de Donostia que permite coger la salida hacia la variante de Irun. Allí los agentes revisaban cada vehículo detalladamente, con especial atención a los de mayor tamaño. En esa dirección trabajaban los agentes, que han estado accediendo al interior de los autobuses que circulaban por la vía, además de las furgonetas y turismos de mayor tamaño. Los investigadores sospechaban que conducía por «la A-68», que conecta el norte de Álava con Aragón, o por «la A-15», que va de Navarra a la capital de Gipuzkoa. Aparte de Navarra, Cantabria y Gipuzkoa, la búsqueda se había extendido a otros lugares. Entre ellos, Álava y La Rioja. La investigación se encuentra bajo secreto de sumario.

Fue este miércoles cuando la Ertzaintza recibió la orden de busca y captura emitida por la Policía Foral de Navarra, cuerpo encargado de la investigación. Ese mismo día a la mañana, cuando la vitoriana Pilar Berrio Jiménez hacía un trayecto para ella cotidiano por la carretera, todo hace indicar que Pedro María R. J. le sacó de la vía para después sacarla del vehículo y acuchillarla en presencia de sus dos hijos menores, de 5 y 9 años, que viajaban en los asientos traseros. A partir de ahí, el presunto asesino volvió a su coche y huyó. Poco después comenzó un amplio despliegue policial en localidades del Alto Urola como Zumarraga o Legazpi, donde la Ertzaintza sospechaba que podría estar escondido al tener allí familiares este hombre considerado por las autoridades como «muy peligroso». El hallazgo del coche confirmó los indicios.

Según los datos oficiales del Ministerio de Igualdad, esta vitoriana de 43 años se convertía en la víctima número 25 de la violencia machista este año. Fuentes cercanas del entorno de la víctima hablan de «una disputa familiar» como posible causa del asesinato. Pedro María R. J., de 41 años y natural del municipio guipuzcoano de Zumarraga, fue pareja de la hermana de la víctima. En 1998 le procesaron por el asesinato de la empleada de una gasolinera de Ikaztegieta, a 30 kilómetros de San Sebastián, junto a otras dos personas. Los tres resultaron absueltos por un jurado popular debido a la «falta de pruebas»