Antonio Alcamí, virólogo del Csic

«Si se detecta el virus en la Antártida se prohibirá entrar para evitar la transmisión a turistas»

–¿Hay que estar alerta por contagios al hombre?

–El virus se empezó a extender también por el aire y las pingüineras tienen una alta densidad, hablamos de 100.000 a 200.000 individuos hacinados en un espacio muy pequeño. Son zonas muy interesantes de visitar pero tienen mucho excremento y, si el virus está presente, su concentración puede ser muy alta. Quien se acerque está muy expuesto. Hay muy pocos casos de retransmisión a humanos, pero con esta alta concentración de pingüinos aumentan las posibilidades.

–¿Se proponen reportar el virus de inmediato para evitar contagios en humanos?

–Sí, y el protocolo es que si se detecta el virus en la Antártida inmediatamente se prohibirá entrar a esa zona para evitar la transmisión a turistas y científicos.

–Usted ha estudiado el SARS y el Mpox, entre otros virus, ¿en qué se distingue el de la gripe aviar?

–Sorprende que es muy transmisible y afecta el sistema nervioso, no solamente al respiratorio-digestivo, y produce altas mortalidades. Ahora está entrando en especies nuevas, como unos pingüinos que sólo hay en la Antártida.

–¿Está confirmada la infección en esos pingüinos?

–Se están reportando casos sospechosos de pingüinos muertos, y lo vamos a comprobar.

–¿Los mamíferos como los elefantes y los leones marinos se contagian entre ellos?

–Al haber tantos casos se nos ocurre pensar que ya no es una transmisión de ave a mamífero, sino que se ha establecido en estas especies y se lo están transmitiendo entre ellas.