Tres de cada cuatro ciudadanos han variado sus hábitos para luchar contra el cambio climático

El informe, elaborado con datos recogidos en 28 países, indica que tres de cada cuatro españoles de entre 16 y 74 años, el 76%, han cambiado sus hábitos de vida y consumo cotidianos para realizar acciones que permiten el ahorro de energía y materias primas y con ello la reducción de la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, los principales culpables del calentamiento global.

Este esfuerzo y compromiso de los ciudadanos para poner su granito de arena en la lucha contra el cambio climático coloca a los hogares españoles en el 'top ten' de los más concienciados del planeta en esta pelea. En concreto, es el octavo país de los 28 analizados en el que sus ciudadanos han realizado el mayor esfuerzo y número de cambios en sus actividades del día a día por reducir las emisiones de CO2, según el estudio elaborado por la multinacional demoscópica Ipsos en colaboración con el Foro Económico Mundial.

El informe, realizado en base a 19.964 encuestas -unas 1.000 de ellas en España-, indica que el porcentaje de españoles que ha cambiado hábitos para frenar el calentamiento global es siete puntos mayor que la media del resto de países, donde un 69% de la población habría hecho modificaciones cotidianas con este fin. El 17% de los preguntados asegura haber realizado muchos cambios y el 52% solo algunos. En España, solo el 17% de los ciudadanos no ha hecho nada y sigue impasible en sus perniciosas costumbres para con el planeta, una proporción similar al 10% de españoles que cree, como Donald Trump, que el cambio climático es una invención.

Los países en los que un mayor número de ciudadanos han modificado sus hábitos por el bien del clima fueron la India, México, Chile, China, Malasia y Perú, todos ellos con más del 84% de sus residentes comprometidos contra el CO2. Por contra, los países en los que sus vecinos reconocen haber transformado menos su consumo cotidiano son Japón -donde solo mejoró sus hábitos el 31% y no hizo nada el 47%-, Rusia, Países Bajos y Estados Unidos, todos por debajo del 36% de cambios positivos.

Los cambios de hábitos más frecuentes introducidos en el día a día son seis. El más extendido, realizado por el 60% de los ciudadanos del mundo que han hecho modificaciones, es el ahorro en el agua consumido en los hogares, seguido muy de cerca por un mayor esfuerzo en el reciclaje de los residuos domésticos, en lo que ha mejorado el 57%. La tercera acción positiva más frecuente es la toma de medidas en las casas para optimizar el ahorro de energía, realizada por el 50%, y la cuarta es el aumento de la frecuencia con la que se reutilizan toda clase de productos y enseres antes de desecharlos, en un porcentaje idéntico al anterior. El quinto cambio es el incremento del consumo de productos de proximidad y más ecológicos, en lo que se ha esforzado el 46%, y el sexto gesto más extendido es la adquisición, por el 41%, de electrodomésticos de bajo consumo.

España mejora en la mitad de los casos los compromisos de la media de los ciudadanos de los otros países y está aproximadamente a idéntico nivel en los otros tres principales cambios de hábitos. Su fuerte son las medidas para la reducción del consumo de agua y energía en los hogares. Los españoles que han cambiado sus costumbres para ahorrar energía son ocho puntos más que el resto; los que consumen menos agua, un punto más; y los que han invertido en equipamiento del hogar más ecológico y eficiente, nada menos que diez puntos más. Están ligeramente por debajo de la media en reciclaje de residuos (-2 puntos) y reutilización frecuente de productos (-1 punto), y el porcentaje de los que hacen mayor uso de los productos de proximidad y más ecológicos es igual que en el resto de países analizados, el 46%.