Operarios rusos trabajan en el limpiado de las playas contaminadas en Crimea. EFE

Críticas en Rusia por la desidia ante los vertidos de dos petroleros naufragados

La Academia de Ciencias Rusas rompe la ley del silencio y asegura que no hay medios para descontaminar la zona

Viernes, 27 de diciembre 2024, 00:17

El pasado 15 de diciembre, dos petroleros rusos se hundieron a causa de una tormenta en el estrecho de Kerch, cerca de la península de Crimea. Los dos barcos transportaban alrededor de 9.000 toneladas de combustible y, según las primeras informaciones, alrededor de 3. ... 700 toneladas se vertieron al mar. Ahora la Academia de Ciencias Rusas se ha convertido en la primera institución en criticar abiertamente las tareas de limpieza que se están llevando a cabo en la región para recoger el petróleo derramado, algo inusual en un régimen como el ruso, en el que la censura al Gobierno de Vladímir Putin es un paso que supone un coste elevado para quien se atreve a darlo.

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Según el director del instituto de problemas del agua de la Academia de Ciencias, Viktor Danilov-Danilyan, los voluntarios que se encuentran sobre el terreno para limpiar la contaminación carecen del equipo mínimo para llevar a cabo su trabajo. «Allí no hay excavadoras ni camiones. Prácticamente no hay maquinaria pesada», denunció el científico en una rueda de prensa. Según sus palabras, los trabajadores que se encuentran en las playas «solo cuentan con palas y con bolsas de plástico inútiles porque se rompen». Además, agregó, «cuando las bolas (con el petróleo recogido) se depositan para ser retiradas llegan las tormentas y acaban de nuevo en el mar. ¡Es impensable!».

Disidencia

Las declaraciones de Danilov-Danilyan tienen el peso de proceder de una persona que llegó a ser ministro de Medio Ambiente de Rusia en los años 90, dentro de los partidos reformistas que surgieron en los años posteriores al hundimiento de la Unión Soviética. Otro científico, Sergei Ostakh, profesor de la Academia Rusa de Ciencias Naturales, se manifestó en el mismo sentido y aseguró que el petróleo podría llegar pronto a las costas de Crimea. «Nadie debe hacerse ilusiones de que se mantendrá limpio», aseguró, al tiempo que reclamaba una acción rápida para aumentar las medidas de limpieza. En ese contexto, los responsables del centro de rescate de delfines de Delfa han señalado que ya han aparecido diez ejemplares muertos en las costas de Novorossiysk, cercanas al lugar del naufragio de los petroleros.

Las peticiones de los expertos se producen en una situación muy especial. Tras la invasión de Ucrania, todos los estamentos del país se han visto afectados por un muro de silencio que persigue a todo lo que pueda suponer una crítica a las directrices del Kremlin, no solo en aquellos aspectos relacionados con la guerra. Esta persecución del disidente ha afectado también a la Academia de Ciencia Rusas. En enero de 2024, en el seno del Instituto de Filosofía de la institución se produjo una campaña de cancelación contra un grupo de pensadores que no seguían al pie de la letra la consignas oficiales. Según un análisis publicado en el Real Instituto Elcano por el periodista Andrei Kolesnikov, los responsables de la crítica acusaron a sus rivales de «postrarse ante Occidente».

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Según la versión oficial, ofrecida por el Ministerio de Transportes ruso, desde que se produjo el incidente marítimo se han examinado más de 170 kilómetros cuadrados del área marina afectada, y 24.300 ya están limpios de contaminación. «Para contener la marea negra se están instalando barreras de contención. Después, los residuos se recogen en barcos especiales y se tratan con absorbentes. Se han utilizado 2.705 kg. En total, participan en las tareas de limpieza 19 barcos», indicaron los portavoces del ministerio. En las orillas, agregaron, se han limpiado alrededor de 4.800 metros cuadrados de costa y se han recogido 14.500 toneladas de residuos petrolíferos. Además, se han instalado barreras de contención para proteger los estuarios y los limanes de los ríos en la zona afectada.

Investigación

El mismo ministerio anunció que ha abierto una investigación sobre el comportamiento de los dos barcos que provocaron el desastre. Según un comunicado oficial, ambos buques se encontraban en el estrecho de Kerch «violando las restricción al tráfico marítimo». El expediente abierto por el servicio federal de supervisión del transporte ha descubierto también que la empresa propietaria de los petroleros no tenía licencia para transportar cargas peligrosas.

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Los dos barcos afectados son Volgoneft 239 y el Volgoneft 212. Este último se partió por la mitad en el estrecho de Kerch cuando se encontró con olas de más de cinco metros de altura. El mismo día, el primero de los navíos sufrió una vía de agua y encalló en la costa.

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