Coronavirus | El COVID-19 solo libra de la debacle laboral a geriátricos, alimentación y papel

El coronavirus ha perdonado muy pocas actividades en las últimas tres semanas. Tanto es así que, entre las terribles cifras del paro hechas públicas el jueves, cuesta encontrar ramas que hayan tenido un comportamiento positivo. Los más de 4.500 nuevos desempleados registrados, que convierten al pasado mes en el peor marzo en 30 años en cuanto a crecimiento del paro, están repartidos en casi todas las profesiones. De las cien de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, apenas se salva de ese aumento una decena y, con una clara a la cabeza: asistencia en establecimientos residenciales.

Los efectos de la pandemia, con contagios entre el personal de los geriátricos y de otro tipo de residencias y la necesidad de más recursos para atender a los internos, han provocado una reducción del desempleo del 7,83% en este sector en Asturias, que contrasta con el incremento general del paro registrado del 6,18%. Se trata de una salida de la lista de 148 personas, que no se da en ninguna otra rama.

Por contra, aunque pudiera pensarse lo contrario, en un momento en el que el personal sanitario es más demandado que nunca y con unos 300 trabajadores aislados por el coronavirus, el desempleo creció en esta actividad en 43 personas. Se trata de una subida del 5,27%, por debajo de la media asturiana, pero que resulta llamativa.

Muy por detrás de aquellas relacionadas con servicios residenciales se queda el descenso en actividades de seguridad e investigación, seguramente también impulsadas por el coronavirus, con 23 parados menos, lo que supone una reducción del 6,6%.

El aumento de la demanda en productos de alimentación, sobre todo, en los primeros días tras la declaración de la pandemia, el pasado 11 de marzo, también ha potenciado las actividades relacionadas con el sector primario. De hecho, de los grandes bloques en los que el Servicio Público de Empleo divide las ramas profesionales, solo el agroalimentario presentaba un descenso del paro, en concreto del 2,1%, correspondiente a 30 personas. En el resto, todo son aumentos -industria, 6,3%; construcción 13% y servicios 6,2%-. Sin embargo, entrando en los detalles, se puede comprobar que son todas las áreas del sector primario las que logran rebajas del desempleo, algunas modestas como las seis personas menos de agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados con estas, que supone un descenso del 0,59%, y otras más pronunciadas, como la de pesca y acuicultura, con un desplome del 20%, con 20 personas menos inscritas.

En la industria del papel, que ha visto crecer la demanda estos días de celulosa para tisú por la compra compulsiva de papel higiénico, también se ha producido una ligera bajada, de 9 personas, pero que en términos relativos supone un -16,36%.

En el otro lado de la balanza, están los sectores más castigados, que lideran los profesionales del sector de servicios de comidas y bebidas, con 1.006 nuevos parados, casi una cuarta parte del incremento del desempleo de marzo en Asturias y un aumento del 10% en los inscritos en esta rama de actividad, la más abultada.

Le siguen todas las relacionadas con la construcción, que en conjunto suman 789 nuevos parados, un alza del 13%, a pesar de que durante la mayoría del mes los profesionales de este sector pudieron trabajar.

Resulta también muy intenso el desplome en las actividades relacionadas con el empleo. En un momento de parálisis general, las agencias de colocación, de trabajo temporal o de recursos humanos han visto su labor reducida a la mínima expresión y eso se ha traducido también en puestos de trabajo. El paro en el sector se disparó un 23,38%, con 589 personas más inscritas.