Una imagen inusual para un sábado de mercado en Oviedo. La plaza de El Fontán desierta tras la suspensión de el tradicional mercado de verduras y puestos ambulantes. Una medida aplaudida por los vecinos para evitar la propagación del coronavirus pero que no ha dejado indiferente a nadie. «Se me hace raro, pero todo lo que sea evitar contagios, bienvenido sea», valoró Serafina López.
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Con todo, algunas de las sidrerías de El Fontán apuraban las últimas horas antes del cierre de locales, previsto para el mediodía. «Es lo que toca, apechugar», señaló un camarero que prefirió mantenerse en el anonimato.
El supermercado ubicado en la plaza Daoiz y Velsrde acumulaba colas de compradores ya a primera hora de la mañana, hasta el punto de tener que cerrar sus puertas para evitar aglomeraciones. «Según se llenaba teníamos que esperar fuera hasta que saliera la gente para poder entrar», explicó una clienta.
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