Coronavirus | Cien camas para los sintecho

Las personas sin hogar de Asturias tendrán una cama y un lugar donde comer, asearse y guarecerse durante el estado de alarma decretado por el Gobierno para hacer frente al COVID-19. Será en el pabellón deportivo de La Tejerona, que fue acondicionado ayer para albergar a cien personas.

La decisión la tomó el Grupo de Acción Social del Comité de Emergencia de Asturias, coordinado por la Delegación del Gobierno y en el que participan el Principado, la Federación Asturiana de Concejos, Protección Civil, 112 Asturias, Cruz Roja y los ayuntamientos de Oviedo y Gijón. La situación de las personas sin hogar en Asturias es, como algunas de ellas explicaron a este periódico, especialmente crítica en estos momentos, ya que además de las dificultades habituales de la vida en la calle veían cómo distintos dispositivos de apoyo, como los albergues, cerraban sus centros de día y reducían su aforo por seguridad, dejándolos aún más vulnerables.

A partir de ahora podrán acudir a esta instalación, que ofreció el Consistorio gijonés, y que será gestionada por Cruz Roja Asturias y Protección Civil en colaboración con el Gobierno del Principado, que proporcionará los servicios de alimentación, y los ayuntamientos. El de Gijón, según indicó la concejala de Bienestar Social Natalia González, «reforzará la vigilancia a través de un sistema privado y pondrá a disposición del dispositivo equipos de educadores de calle que gestionan algunas entidades», y el de Oviedo se encargará de la limpieza.

Las personas sin hogar que no se encuentren en Gijón sino en otras partes de la región serán trasladadas al dispositivo por personal de Protección Civil.

¿Son cien plazas suficientes para albergar a todos los sintecho de Asturias? Según Delegación de Gobierno, sí. Aseguran que, atendiendo a los datos proporcionados por los concejos, habría 75 en toda la región. Sin embargo, los números que manejan las entidades sociales superan ampliamente la capacidad del dispositivo habilitado. Así, Héctor Colunga, presidente de Mar de Niebla y de la Red Asturiana contra la Pobreza (EAPN), anticipaba que «la previsión de cien plazas se va a quedar corta». Sin embargo, era optimista: «Para empezar, es mucho más de lo que teníamos ayer y esperamos que, llegado el caso, se habiliten nuevos espacios de una forma más ágil». Colunga reconoce que «la situación es tremendamente excepcional y hemos sido un poco lentos en la respuesta».

Una vez cubiertas las necesidades básicas, confía en que «en este proceso de alojamiento colectivo podamos garantizar un espacio donde las personas puedan convivir y estar a gusto», dada la complejidad y diversidad de los contextos personales de los posibles usuarios. Para ello, las entidades sociales de la región mantuvieron ayer varias reuniones telemáticas para coordinarse y colaborar Al fin y al cabo, «conocemos personalmente a los usuarios y sus situaciones». Así lo entiende igualmente la directora del Albergue Covadonga, Cristina Abello, quien aseguró que el personal del centro «acompañará en un primer momento a quienes acudan al pabellón, porque sabemos que lo agradecerán». Comunicar a los habituales del albergue la noticia de que tendrían un techo, dice, «fue emocionante».

Otra asignatura pendiente, en la que ya se está trabajando, es buscar una alternativa habitacional aislada para aquellas personas que presenten sintomatología y, por tanto, no puedan estar en un recurso colectivo. «Es importante que exista porque, de lo contrario, podría haber un riesgo de transferencia comunitaria», apunta Colunga. «Me consta que se están analizando las opciones».

Cruz Roja se ocupará también, telefónicamente, de informar y hacer seguimiento a otros 14.084 asturianos pertenecientes a grupos vulnerables, como personas mayores, con discapacidad o enfermedades crónicas.

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