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LUCÍA R. LORENZO / EFE
Miércoles, 24 de junio 2020, 15:30
Salud Pública estima que 16.400 personas han pasado la COVID-19 en Asturias, la mayor parte de forma asintomática, desde que hace 116 días se detectó el primer caso confirmado en la región aunque los diagnósticos confirmados se sitúan en 2.435.
Esta cifra se obtiene a partir de los dos estudios de seroprevalencia realizados en Asturias en las últimas semanas que situaban la incidencia de los contagios en el 1,6 por ciento de la población del Principado, según ha señalado en rueda de prensa el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, junto a la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra.
Atendiendo a los 2.435 casos confirmados y no a la estimación de 16.400 calculada a partir e dicho estudio, la incidencia en Asturias ha sido hasta el momento de 238 casos por cada cien mil habitantes -520 a nivel nacional- y el número de fallecidos, 369 incluyendo los diagnosticados tanto por pruebas PCR como de anticuerpos, arroja una tasa de mortalidad de 31 por cien mil habitantes, la mitad que a nivel nacional y hasta cinco veces inferior a la de otras comunidades.
La edad media de los fallecidos, de los que el 56 por ciento eran mujeres, se sitúa en 84 años y estaban afectados en todos los casos por patologías previas y la incidencia de la enfermedad se incrementa a partir de los ochenta años con un mayor porcentaje de mujeres que de hombres, 59 frente a 41 por ciento.
En el caso de las residencias de ancianos, donde viven unos 13.600 usuarios y trabajan 8.600 personas, Salud Pública cifra en 775 -el 5,7 por ciento- el número de contagios y el de fallecidos en el 1,7 por ciento mientras que los profesionales afectados han sido 287 en una red integrada por 289 centros de los que 230 no han tenido decesos y 187 no han registrado ningún caso.
Según el director general, estos datos constatan que se han cumplido los objetivos que se marcó Salud Pública al inicio de la pandemia dado que tener en Asturias una tasa de prevalencia del 5 por ciento como la que se registra a nivel nacional habría supuesto que en la región se contagiaran 53.000 personas y fallecieran unas 1.300.
Así, ha apuntado Cofiño, se consiguió evitar la saturación del sistema sanitario, que pudo mantener su capacidad asistencial, y que ahora, una vez levantado el estado de alarma y tras varios días sin registrar casos positivos, se pueda decir que en Asturias hay muy poca transmisión comunitaria y circulación de virus.
No obstante, ha advertido de que la crisis sanitaria sigue ahí y de que la situación seguirá siendo «crítica» en los próximos meses pese a que se haya rebajado la curva de incidencia con las medidas de confinamiento de los últimos meses con lo que existen dudas de lo que pueda pasar a partir de ahora sin que se descarten rebrotes ni una segunda onda epidémica.
«No podemos perder la percepción de riesgo, no hemos vuelto a la normalidad», ha subrayado tras incidir en que el sistema sanitario puede frenar hipotéticos brotes si se aplican de forma rígida las medidas de protección tanto con la higiene de manos como manteniendo la distancia interpersonal y usando la mascarilla incluso «más allá» de las recomendaciones obligatorias.
En este sentido, ha alertado especialmente con las concentraciones familiares y las de jóvenes y adolescentes en las que disminuye la percepción de riesgo por lo que ha pedido extremar las precauciones en esos ámbitos y mantener tanto la distancia como el uso de mascarillas.
Salud prepara un plan de contingencia sobre camas de hospitalización y de UCI disponibles en Asturias. Con este estudio, el Principado decidirá a finales de esta semana cuál será el futuro del hospital de campaña ubicado en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón. Así lo ha anunciado hoy la directora gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, en una rueda de prensa.
La instalación de este hospital 'H144' se elevó a 450.000 euros y cuenta con 144 camas disponibles destinadas a pacientes afectados por COVID-19 con síntomas leves. Hasta el moment,o no se ha utilizado al no haberse desbordado la capacidad asistencial de los hospitales asturianos.
Una de las preocupaciones que ha manifestado Saavedra durante esta comparecencia ha sido el posible aumento de las listas de espera para consultas con el especialista y quirúrgicas, una vez que concluyó el estado de alarma y la sanidad comienza a recuperar su actividad previa a los meses de pandemia. Saavedra ha detallado que durante el estado de alarma los esfuerzos se concentraron en atender la pandemia por lo que se retrasaron todas aquellas consultas e intervenciones no urgentes ni demorables. Tras este previsible aumento de las listas de espera, tienen por objetivo optimizar sus recursos para «controlar lo más posible» este incremento.
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