EC

Diez claves para conocer y combatir la sexta ola

Diez preguntas para diez expertos. ·

Con un virus más transmisible pero menos letal, ómicron abre una nueva fase de la pandemia. Una decena de expertos aborda las grandes incertidumbres a las que hoy se enfrenta la ciudadanía

AIDA COLLADO

Domingo, 26 de diciembre 2021, 16:06

Nos hemos fiado y confiado. Hemos cumplido las directrices de especialistas que saben infinitamente más que el grueso de la población sobre virus, pandemias, hospitales, salud mental y los efectos de las acciones puestas en marcha sobre los diferentes grupos de población. Hace casi dos ... años, muchos nos entregamos a su conocimiento y, pese a que algunas medidas de las puestas en marcha por la Administración parecen prestarles hoy poca atención, la inmensa mayoría de los ciudadanos sigue mirando hacia la ciencia y hacia los expertos en diferentes ámbitos para resolver las dudas, que no son pocas, que ha sembrado por las calles esta sexta ola de la era coronavírica. Aquí se recogen diez de las más importantes, respondidas por otras tantas autoridades en la materia.

Publicidad

  1. Pedro Arcos, epidemiólogo al frente de la Unidad de Investigación de Emergencias y Desastres de la Universidad

    Con el 90% de la población vacunada, ¿qué explica las cifras récord de la sexta ola?

Pedro Arcos Jose Vallina

«Se está confundiendo un aumento de las infecciones o las reinfecciones de covid con un problema importante. En esta fase de la pandemia, no podemos tomar como indicador el número de infecciones. El perfil de la enfermedad ha cambiado, porque ha cambiado la variante, y, aunque a los epidemiólogos nos viene muy bien analizar la incidencia para ver cómo funciona la dinámica de la transmisión, en términos de salud pública la magnitud del problema la tenemos que medir atendiendo a la carga de enfermedad y de mortalidad, no a la carga de infección. La nueva variante sigue el patrón que era de esperar: está volviéndose más transmisible, pero menos virulenta (produciendo menos enfermedad importante) y menos letal. Se está transformando en algo más parecido a lo que producen el resto de coronavirus: un proceso de transmisión aérea, que conduce a cuadros leves o asintomáticos, es decir, parecidos a los del resfriado común. Ahora no podemos echarnos las manos a la cabeza por el aumento de la incidencia. Es normal, se está reinfectando gente con las dos dosis de la vacuna puestas hace más de cinco meses y esta variable es más transmisible, pero eso no significa que estemos ni por asomo en una situación parecida a la de antes. Hay que resituar el problema, que hoy es el riesgo de saturación del sistema sanitario. Pero no podemos dejarnos llevar por la histeria. Estamos ante un cambio de paradigma y hay que usar otros indicadores».

  1. Juan Fueyo, investigador, neurólogo y autor de 'Viral'

    ¿Cuántas mutaciones del virus más cabe esperar?

Juan Fueyo EC

«Mientras el coronavirus se propague a través de la población, las mutaciones continuarán ocurriendo y la familia de variantes continuará evolucionando. Los científicos detectan nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 cada semana. La gran mayoría van y vienen, solo algunas persisten y se hacen dominantes. La mayoría se desvanecen. Pero mientras haya países con pocos recursos a los que no les llegan las vacunas seguirá existiendo el riesgo de que aparezcan allí nuevas variantes. La solidaridad global es clave para acabar con la pandemia. La variante ómicron ha conseguido que este virus sea el virus con la expansión mundial más rápida de la historia. Es tan contagioso que podría generar una fuerte inmunidad contra las siguientes variantes al infectar un porcentaje alto de la población. Por cierto, existe un nuevo fármaco antiviral que acaba de ser aprobado y que es efectivo contra todas las variantes, que puede tomarse en casa y que previene la hospitalización del 90% de los pacientes. Este fármaco, junto con la tercera dosis, disminuirá el impacto en las vidas y en la sociedad de la pandemia».

  1. Daniel López-Acuña, epidemiólogo y exdirectivo de la OMS

    ¿Qué medidas individuales y colectivas recomendaría?

Daniel López-Acuña Paloma Ucha

«Con toda claridad, hemos planteado que la mascarilla en exteriores y el pasaporte covid no bastan. Los decisores políticos no han querido o no han sabido escuchar los planteamientos técnicos de epidemiólogos y expertos en salud pública, así como las recomendaciones de la ECDC, que hemos planteado la necesidad de medidas restrictivas y no solo de la vacuna y la mascarilla. Cierres nocturnos, limitación de aforos en interiores de hostelería, teletrabajo donde sea posible, prohibición o severa limitación de los eventos masivos (deportivos y festivos, incluyendo las campanadas) y de celebraciones públicas y privadas de más de diez personas e, incluso, toques de queda nocturnos son algunas de ellas. Se trata de evitar un tsunami de casos que comprometa de nuevo el funcionamiento del sistema sanitario».

  1. María Neira, directora de Salud Pública de la OMS

    ¿Tiene sentido ir por la calle con mascarilla y quitársela al entrar en un bar?

María Neira P. Lorenzana

«La transmisión del virus respiratorio se produce sobre todo en interiores, en lugares cerrados, concurridos. Esto lo sabemos prácticamente desde primer momento y se va reforzando a medida que avanzamos. Ahí es donde las precauciones son importantes, donde adquiere especial importancia la ventilación, para reducir transmisión lo máximo posible. Debemos ser prudentes en cuanto al número personas, tener en cuenta su vulnerabilidad y el estado de vacunación que tienen. Si conseguimos entender que es ahí donde deberíamos tener cuidado, tendremos más posibilidades de reducir la transmisión». De cara a las fiestas, cada uno tenemos que hacernos nuestro propio gestor de riesgo. Todo depende del estado de inmunidad de quienes asistan a las reuniones, de la capacidad de ventilación y del espacio que tengamos en casa para reducir el riesgo lo máximo y, también, poder tener una vida lo más normal posible con la gente a la que queremos».

Publicidad

  1. Lola Escudero, jefa de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del HUCA

    ¿Vuelve a existir riesgo de colapso en las UCI asturianas?

Lola Escudero A. Piña

«No creemos que haya riesgo de colapso, porque en las olas anteriores preparamos muchas camas de cuidados intensivos. Tenemos una capacidad de ingresar pacientes críticos muy alta. Se creció mucho. Y hay que tener algunas cuestiones en cuenta: antes de la vacuna, en noviembre del año pasado, tuvimos el pico asistencial, con 92 pacientes covid en la UCI. Ahora, con la vacuna por medio y pese al récord de incidencia, tenemos muchos menos pacientes. El jueves teníamos aproximadamente un tercio, pese a que se registran muchísimos más positivos. Eso quiere decir que la vacuna es un arma muy poderosa. Las cifras y datos son contundentes y claros. Es cierto que estamos ya muy cansados, llevamos casi dos años. Enfermería está doblando turnos y, aunque estamos concienciados de que es lo que toca, resulta agotador. Por eso, es muy decepcionante y frustrante que la gente no se vacune. El 40% de la gente que está en la UCI no está vacunada. También hay que tener en cuenta que tenemos una población envejecida, con otras dolencias».

  1. Salvador Tranche, pte. de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria

    ¿Cómo afrontan los centros de salud, tan criticados por no ver pacientes, esta sexta ola?

Salvador Tranche A. Piña

«Nosotros no entramos en descalificaciones ni en juicios de valor gratuitos. Aportamos datos objetivos de la actividad que se desarrolla en cada uno de los centros de salud de nuestro país. Anteriormente, ya habíamos demostrado cómo por cada paciente que se diagnostica con PCR en el hospital, en Atención Primaria seguíamos en sus domicilios a nueve pacientes con esta sospecha diagnóstica. Ahora demostramos cómo cada médico de familia atiende a casi cincuenta pacientes diariamente y, lejos de tener los centros de salud cerrados -no los hemos tenido nunca-, más del 50% de esta actividad se hace de forma presencial. Esta notable carga asistencial tiene efectos muy negativos: el primero, la demora para recibir atención (de casi seis días). Cuando los recursos de Atención Primaria se orientan directamente a dar respuesta al coronavirus se producen demoras diagnósticas de casi un 50% en patologías crónicas y de entre un 30 y 40% en los cánceres. Por eso pedimos al ministerio que incorpore indicadores de seguimiento, para hacer la Atención Primaria visible, porque ha sido invisible a lo largo de toda la pandemia. Y pedimos a los gestores y a los políticos que dejen de desprestigiar o amenazar a la Atención Primaria, se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignándole presupuestos suficientes para dar respuesta a las necesidades sanitarias reales. Su discurso negativo genera irritación entre los pacientes, creando situaciones inaceptables. Nosotros seguiremos trabajando con rigor, calidad, compromiso y generosidad».

Publicidad

  1. Arsenio Alonso-Collada, pte. de la Asociación de Centros Geriátricos de Asturias

    ¿Deberían restringirse de nuevo las visitas en los geriátricos?

Arsenio Alonso-Collada P. Ucha

«Los mayores son grupo de riesgo, pero estamos notando que se les puso la tercera dosis a tiempo. Hay PCR positivas, pero con una morbilidad y una gravedad mucho menor. Se han reducido las derivaciones al hospital y muchos son casi asintomáticos. Pasan, en general, la enfermedad sin complicaciones, salvo que tengan ya muchas dolencias previas. Esta ola está teniendo un impacto más suave, no estamos viendo la gravedad de otras ocasiones. Seguimos controlando las visitas y aplicando todas las medidas de precaución. Priorizamos las salidas al exterior sobre las visitas al interior y vivimos en una calma tensa, porque lo que digamos hoy puede no servir mañana. Hay mucho cansancio dentro de los centros y, aunque debemos extremar las precauciones, yo no haría nada más. No limitaría los derechos de los residentes ni les impediría las salidas o las visitas. Para muchos serán las últimas navidades. Hay que permitirles que vivan. Todos asumimos riesgos. Las residencias somos un espejo de lo que pasa fuera, no la causa. No podemos ser paternalistas, porque, si fuera por muchas instituciones, estarían amarrados a la cama un mes, con lo que eso conlleva de deterioro general, desorientación, pérdida de memoria...».

  1. Francisco Álvarez, pediatra, miembro del Consejo Asesor de Vacunas del Principado

    ¿Por qué hay que vacunar a los niños?

Francisco Álvarez P. Nosti

«En primer lugar, porque tenemos una vacuna eficaz y segura, como ha dicho la Agencia Europea de Medicamentos. Tenemos datos de seguridad de Estados Unidos, donde después de 7,5 millones de dosis administradas en niños solo se han registrado ocho miocarditis leves, todas recuperadas. Ese es el único efecto secundario grave que se ha comunicado, con una incidencia bajísima, prácticamente de uno entre un millón. Los efectos secundarios son los de siempre: fiebre, escalofríos, cansancio, dolor en el lugar de la punción, dolor muscular, dolor de cabeza... y estos efectos son más leves que en los adultos. En segundo lugar, porque la enfermedad en los niños efectivamente es leve, pero ha habido veinte muertes en menores de diez años y más de 180 ingresos en la UCI desde que comenzó la pandemia, sobre un total de 3,3 millones de niños de entre cinco y once años. Es una incidencia muy baja, pero ¿por qué asumir el riesgo de que nuestro hijo adquiera coronavirus y pueda ingresar en un hospital si tenemos una vacuna eficaz? En tercer lugar, si los demás ya estamos vacunados, ¿por qué vamos a quitar el beneficio de esta vacuna a esta franja de edad, si en este momento es la que tiene mayor incidencia? Ya en verano se discutió sobre la vacunación a adolescentes, que en ese momento presentaban la mayor incidencia, y ahora, con el 95% vacunados, la incidencia es baja. Queremos conseguir lo mismo con los niños. Siempre se vacuna para proteger individualmente, pero con esta vacuna podemos alcanzar también la protección de grupo. Con ómicron vamos a necesitar más porcentaje de vacunados y los niños suponen el 7% de la población española. Y hay otra razón: la educación, que es un derecho fundamental del niño, no está llevándose a cabo como en 2019, se están identificando problemas de interacción social y los psiquiatras nos han dicho que durante la pandemia han visto problemas en niños y adolescentes. Vacunarles ayudaría a evitarlo».

Publicidad

  1. Geles García, directora del Colegio Público Miguel de Cervantes

    Con padres que no llevan a sus hijos al colegio, ¿habría que plantear la vuelta a las clases telemáticas?

Geles García C. Santos

«Hay preocupación, pero de ahí a volver a las clases 'online'... Yo solo lo contemplaría como ultimísimo recurso. Después de todo lo que han perdido de vivir estos niños -y teniendo en cuenta que se puede ir a cafeterías y a restaurantes y hacer vida casi normal-, me parecería muy injusto que fuesen los centros de enseñanza los que vuelvan a sufrir las restricciones. Debemos seguir haciendo las cosas bien, atendiendo a los medidores de CO2, manteniendo la ventilación cruzada en las aulas y realizando todas las actividades que sea posible al aire libre, además de respetar el uso de las mascarillas y la utilización de geles... Llevando a cabo estas medidas, no tendrían por qué cerrarse los colegios. Hemos hecho una apuesta por el desarrollo de las tecnologías en los centros y el alumnado dispone de dispositivos y maneja bien las plataformas. En nuestro caso concreto, hemos suprimido los libros de texto y trabajamos con medios tecnológicos. Pero siempre hay un porcentaje de alumnos desfavorecidos al que es imposible llegar si tienen que seguir las clases desde su casas, donde la preocupación del día a día es comer. A los padres que se niegan a llevar a sus hijos al colegio, les diría que tienen que confiar en los centros, en que hacemos las cosas bien. En que van a estar informados al minuto de cualquier incidencia que se pueda producir. En que contamos con los asesores covid y las autoridades sanitarias para tomar todas nuestras decisiones. Además, después de las vacaciones ya será un porcentaje enorme de alumnos el que tenga la vacuna puesta».

  1. Julio Bobes, psiquiatra, presidente de la Academia de Medicina de Asturias

    ¿Cómo están afectando estos casi dos años de pandemia a la salud mental de los asturianos?

Julio Bobes M Rojas

Desde marzo de 2020 realizamos un estudio del impacto psicológico de la covid y, también, de la situación de pandemia. Evaluamos los efectos de la enfermedad y también de medidas como el encierro. Durante diez días, cada dos meses, hemos estudiado el impacto emocional de esta situación. Quienes ya tenían una enfermedad mental previa diagnosticada son los que más han sufrido. Por otra parte, las manifestaciones que han afectado a un grupo de población muy importante, cercano al 70%, fueron en un primer momento las dificultades de mantenimiento del ritmo sueño-vigilia y los síntomas de enfermedad depresiva. Después, estos fueron decayendo y fue incrementándose el trastorno de ansiedad. Al principio, parecía que todo el país se había puesto depresivo y luego llegaron la ansiedad y los cuadros que cursaban con predominio de síntomas de estrés. Esta semana hemos abierto una nueva sonda, a ver si sigue ocurriendo lo mismo: lo que más ha predominado en las últimas evaluaciones es un estado de fatiga psicológica, mental. Esto puede hacer, por ejemplo, que aparezcan cuadros psicosomáticos (manifestaciones físicas por causas psíquicas)».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad