Faustino Blanco: «Ha sido y es una situación tremenda»

La remodelación del Ministerio de Sanidad, con el nombramiento de Silvia Calzón como secretaria de estado, ha eliminado del organigrama la Secretaría General de Sanidad y Consumo, que encabezaba el asturiano Faustino Blanco, que llegó al ministerio cuando al frente del mismo se encontraba María Luisa Carcedo. El que fuera consejero de Salud de Asturias entre 2012 y 2015 regresará este fin de semana al Principado, donde tiene pensado volver a su puesto de trabajo, en el Centro de Salud de El Coto, en Gijón.

-La remodelación ha supuesto su salida del Ministerio. ¿Era algo esperado?

-Es un cambio que estaba previsto. Yo había hablado en enero con el ministro Illa y le había trasladado mi deseo de salir del ministerio. Él insistió en que siguiese, pero yo ya le dije que era una decisión meditada, que mi ciclo se había terminado y que no tenía intención de continuar.

-Sin embargo estuvo usted siete meses, y con una pandemia de por medio.

-Me pidió tiempo, en principio un mes, y lógico era dárselo, pero después sucedió lo que sucedió y acabaron siendo siete meses. Afortunadamente, este cambio supone que el ministerio queda reforzado, yo siempre aposté por que Sanidad fuese un ministerio de alto perfil, y la situación me ha venido a dar la razón. Esta remodelación ha cristalizado en el momento adecuado.

-¿Qué planes tiene a corto plazo?

-Ahora mismo, volver a Asturias y reincorporarme a mi puesto de trabajo, que es lo que tengo. Me gusta mi profesión y creo que aún puedo aportar cosas.

-¿Cómo se han vivido estos meses de crisis en el Ministerio de Sanidad?

-Esta situación ha sido, y lo sigue siendo, tremenda. Una etapa como nadie podría haber imaginado. Hemos hecho un gran esfuerzo y que nadie dude de que hemos puesto todo nuestro conocimiento al servicio del ciudadano, al servicio de una causa global. Esta crisis nos ha puesto en evidencia como sociedad: un bichito nos ha hecho ponerlo todo en perspectiva.

-¿Explica que ya hubiese decidido tomar la decisión de irse su bajo perfil de cara al público durante la pandemia?

-Todos nos hemos dedicado a trabajar y trabajar, hubo días de 20 horas de trabajo, siete días a la semana. Yo estuve tres meses sin ver a mi familia. La decisión de quién debía de comunicar las cosas fue consensuada, un reparto de funciones lógico. La figura del portavoz técnico, Fernando Simón, a quien yo conocía desde 2012 y ya había tenido un papel relevante en crisis anteriores, creímos que era esencial para dar certidumbre y seriedad, que no pareciese que politiqueábamos con las decisiones. Es importante mantener ese perfil. En cuanto a la información desde un punto de vista político, era al ministro Salvador Illa a quien le correspondía comparecer. Hay que saber mover los equipos, y eso es lo que hemos hecho.

-Sí se puso al frente cuando se presentó el estudio de seroprevalencia.

-Es un trabajo que fue un hito mundial y del que estoy muy orgulloso. Nos llamó la revista 'Lancet', que no suele publicar cualquier cosa, porque quería publicar ese estudio, que se hizo en tiempo real mientras se desarrollaba la pandemia.

-¿Ya ha dejado el ministerio?

-Estaré hasta mañana (por hoy) cerrando unos flecos, pero el fin de semana viajaré ya a Asturias. Espero que el Ministerio siga trabajando en la misma línea que lo ha estado haciendo y que salga reforzado de esta remodelación. Yo no puedo más que agradecer al ministro la confianza que depositó en mí, en ningún momento hubo ningún tipo de desencuentro ni yo me quise ir porque hubiese algún tipo de desacuerdo. No había nada personal, solo un fin de ciclo después de una larga trayectoria en la que he aportado lo mejor de mí en beneficio de los ciudadanos.