¿Qué es el control parental obligatorio que el Gobierno quiere implantar en todos los móviles?

Según un informe del Ministerio de Juventud, dirigido por Sira Rego, los niños adquieren su primer teléfono móvil a los 11 años como media de edad, una cifra que preocupa si se considera que aún son menores y que con ese dispositivo acceden a información sensible de la que muchos padres no tienen constancia. Los menores se pasan enganchados a su teléfono más de cinco horas diarias y casi el 100 % de ellos tienen perfil en alguna red social, lo que aumenta las probabilidades de que su imagen quede expuesta y sean víctimas de algún delito.

Para evitar riesgos donde los menores se puedan ver afectados, se aprobó un anteproyecto de ley para proteger a la infancia que obligará a los fabricantes de móviles y dispositivos electrónicos como 'tablets' a incluir un sistema de control gratuito para que los padres sepan y manejen la información a la que acceden sus hijos.

De esta forma se activará por defecto en la primera configuración del dispositivo un sistema que limita los usos que el menor pueda hacer de ese teléfono, algo que de alguna forma crea un entorno seguro y blinda el acceso a contenido de índole sexual o a páginas de apuestas, entre otras.

Los padres podrán de manera sencilla bloquear la descarga de ciertas aplicaciones que previamente se marcarán como inadecuadas para menores de 18 años con una advertencia de alerta sobre los contenidos que en ella se podrán ver y acceder.

Además, se podrá controlar el uso del dispositivo, ya que deberá poder detectar cuántas horas se mantienen conectados a él y los posibles cambios de conducta que pueda tener el usuario detectando así cualquier adicción.

La elección no es permanente ya que se podrá desactivar el control parental cuando el adulto lo decida. La estrategia está planteada para educar a los más jóvenes en materia digital y sepan los riesgos que conlleva Internet y a diferenciar los bulos que circulan en él.

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