Ver fotos

D, ARIENZA

«El CSIC avanza con la sociedad: este año duplicó las evaluaciones éticas sobre sus proyectos»

La presidenta del centro, Rosa Menéndez, inauguró con una charla el XI Congreso Mundial de Bioética que se celebra en Gijón

ANA RANERA

GIJÓN.

Martes, 25 de mayo 2021, 04:23

La ciencia toma estos días el Recinto Ferial Luis Adaro y extiende sus reflexiones al otro lado de la pantalla, gracias al XI Congreso Mundial de Bioética, que se puede seguir a través de la página web de este periódico. La cita arrancó ... ayer sus actividades -después de su cancelación el pasado año- y continuará hasta mañana, buscando respuestas a las muchas preguntas que la biotecnología plantea en nuestra sociedad y en nuestro día a día.

Publicidad

La primera conferencia en invitar a la reflexión fue ayer la de la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez. Bajo el título 'Ética y bioética en el CSIC. La experiencia de quince años', la asturiana habló de la labor de la institución que lidera y de su compromiso deontológico. «El CSIC es uno de los pilares fundamentales del sistema español de ciencia. Está formado por más de 10.000 personas y se extiende por toda nuestra geografía. En Asturias, de hecho, cuenta con cuatro centros de investigación, cinco si tenemos en cuenta el Instituto Español de Oceanografía», comenzó señalando.

Para coordinar un equipo humano de tales dimensiones, el CSIC cuenta con un comité de ética que permite llevar a cabo evaluaciones de las investigaciones que tienen en marcha, así como promover la integridad científica. «Este año, se han hecho más evaluaciones éticas que nunca, en torno a 600, eso quiere decir que la actividad del comité de ética del CSIC es viva, va evolucionando con la sociedad», aseguraba su presidenta. Sus palabras quedan amparadas por los datos: en años anteriores, el número de evaluaciones oscilaba entre las 200 y las 300, mientras que con la pandemia, esas cifras se han duplicado.

Esa herramienta de evaluación tiene numerosas funciones, siempre con el objetivo de velar por la idoneidad de los procedimientos utilizados en cualquiera de sus actividades científicas. «La evaluación ética estudia, por ejemplo, las investigaciones con animales y con organismos modificados genéticamente», indicaba Menéndez.

Publicidad

También cuentan en el CSIC con un subcomité de conflictos que se encarga de recabar información acerca de los problemas que plantee el personal durante sus investigaciones. «Deben fomentarse las buenas prácticas y también prevenirse y gestionarse los conflictos que surjan», apuntaba. En total, este año el CSIC trató 143 conflictos. «Pueden deberse, por ejemplo, a la fabricación y falsificación de datos, a plagios, a conflictos de intereses y de autoría», enumeraba.

Todas estas acciones las emprenden porque, según aseguraba Menéndez, es firme el compromiso de la institución con la ética. Tanto que «todos los miembros de la dirección del CSIC apoyan la labor del comité de ética. Los científicos que lleguen a nuestra institución tienen que saber de buenas prácticas científicas», afirmaba.

Publicidad

Rosa Menéndez también quiso recordar, durante su intervención, a la científica asturiana Margarita Salas, de la que tanto aprendió y que fue galardonada ayer con el Premio SIBI 2020. «Estoy muy feliz de ser testigo de este reconocimiento, impartiendo una conferencia antes de que se entregue este galardón», señaló.

A esta ponencia inaugural, la precedió la presentación de esta undécima edición que reunió, en el palacio de congresos gijonés, al consejero de Ciencia, Borja Sánchez; a la alcaldesa de Gijón, Ana González; al rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde; al presidente de la Cámara de Comercio, Félix Baragaño; y al presidente del comité científico de la SIBI y su organizador, Marcelo Palacios. Todos ellos compartían, en esta primera jornada, la ilusión de que este congreso pudiera llevarse a cabo, aunque fuera de forma telemática. «Celebro que vuelvan este tipo de eventos porque es un síntoma muy claro de que vamos caminando por fin hacia la normalidad», opinaba Borja Sánchez.

Publicidad

Un sentimiento entendido y compartido, por supuesto, a su alrededor: «Es un placer estar aquí porque la ciencia y la ética nos ayudan a sobrevivir a la incertidumbre», aseguraba Villaverde. A sus palabras, se sumaba Baragaño: «La sociedad demanda respuestas a viejos y nuevos problemas y la ciencia está a disposición de hacer frente a muchos de ellos».

Todo eso gracias a Marcelo Palacios, a quien la alcaldesa quiso felicitar y, sobre todo, agradecer «su empeño» por sacar adelante este congreso.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad