El Congreso apoya la propuesta de reducir a 0,2 gramos por litro la tasa de alcohol en sangre

La proposición socialista abre ahora el camino para que se convierta en ley si cuenta el Gobierno la toma en consideración, una opción más que probable, ya que fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el que primero puso sobre la mesa la oportunidad de esta reducción. De hecho, Interior plantea incluir esta reforma en una modificación del artículo 20 del Reglamento General de Circulación, que fija las tasas de alcohol en sangre y aire espirado.

La propuesta implicaría que todos los conductores, incluidos los noveles y los profesionales, para los que ahora la tasa se encuentra en 0,3 gramos por litro de sangre, tendrían como límite 0,2, el mismo nivel que en Noruega y Suecia, las referencias en seguridad vial. En Noruega, fallecen 21 personas por millón de habitantes en accidentes de tráfico y en Suecia, 22, mientras que en España la cifra se eleva a 36.

En su proposición, el PSOE subraya que la tasa 0,2 permitiría «superar la idea extendida de que un consumo moderado es aceptable y solo los excesos están prohibidos». Además, mostraría un mensaje «claro y contundente», en línea con las campañas de la DGT («la única tasa segura es 0,0»), y acabaría con los problemas de comunicación que, a su juicio, supone «tener normas diferenciadas para conductores noveles y profesionales».

29% de los accidentes

El portavoz de Seguridad Vial del PSOE, Manuel Arribas, recordó que el alcohol «está presente en el 29% de los accidentes mortales», un factor de siniestralidad «por delante incluso de la velocidad», y detalló que «en el primer semestre de 2024, el 56% de las personas implicadas en accidentes dieran positivo».

Pero durante la toma en consideración del texto, el martes, el PP expresó sus serias dudas. Los populares consideraron la medida insuficiente y reclamaron que fuera acompañada de otras, como «más campañas de concienciación, estrategias para conductores reincidentes o el proyecto 'alcolock'», un dispositivo que impide que el coche arranque si el conductor supera las tasas establecidas. El diputado del PP Ángel Ibáñez subrayó que la propuesta «trata de revertir los malos datos del verano en las carreteras» y calificó de «trilerismo político» que el PSOE planteara la modificación del reglamento «justo después de que lo propusiera el ministro Marlaska». «El grupo socialista es el felpudo del Gobierno», aseveró.

Vox se mostró mucho más contundente en su rechazo al acusar al Ejecutivo de pretender «prohibir el coche con la excusa del alcohol». «No quieren salvar vidas, sino restringir derechos y demonizar el instrumento que mayor independencia y autonomía ha dado a los españoles desde que a finales de los años 50 naciera el 600», afirmó Ángel López, diputado del partido de Santiago Abascal.

López aseguró que la reducción de los accidentes no se consigue «con prohibiciones arbitrarias, sino con educación», y se preguntó «cuántos diputados darían positivo si se hicieran controles a la salida del Congreso».