Cómo saber si mantienes una relación de dependencia y prevenirla

Quienes caen en este tipo de relaciones siguen un patrón de comportamiento en el que las relaciones se plantean desde la necesidad de cubrir las carencias propias a través de un tercero, al que identifican como proveedor de bienestar, diversión, cariño, motivación…

Si la relación entre ambos no prospera y se rompe o distancia, a menudo sufren intensamente pero pronto buscan un reemplazo para ocupar un vacío que ellos solos no saben suplir. Las parejas dependientes pueden darse en el ámbito del romanticismo pero también entre familiares o amigos...

Son más proclives a mantener una relación dependiente las personalidades sumisas y pasivas, aquellas que evitan el confrontamiento y el rechazo o buscan la aprobación ajena. La raíz del problema está en la mayoría de los casos, sin embargo, en las experiencias vitales previas y viajan hasta la infancia.

El apego con los cuidadores es determinante para desarrollar futuras relaciones sanas, así como el aprendizaje vicario, que imita roles o comportamientos aprendidos en el hogar. Son relevantes las experiencias difíciles o negativas en las primeras etapas de socialización, que tienden a dejar huella.

Algunos consejos para prevenir las relaciones dependientes son los siguientes:

- Independientemente de que uno tenga o no pareja, es importante crear una buena red social en cantidad y calidad con la que realizar distinto tipo de actividades.

- Fomentar las actividades de ocio, solo o en compañía.

- Implicarse en proyectos o actividades nuevos que permitan ampliar horizontes

- Diversificar las fuentes de aceptación, valoración y de estima, de forma que la percepción de una única persona no represente sino de que tengas más fuentes de información que te ayuden a formar tu propia opinión