C. DEL RÍO
avilés.
Viernes, 20 de marzo 2020, 03:42
Toda ayuda es bienvenida, aunque será insuficiente. Es la certeza generalizada de comerciantes y hosteleros avilesinos ante el anuncio del Ayuntamiento de Avilés de descontar la tasa por recogida de basura e instalación de terraza a los hosteleros, comercios y oficinas durante el estado ... de alarma decretado por el coronavirus. Son tributos, pero no son, ni mucho menos, los gatos más gravosos de sus negocios.
Publicidad
Las opiniones y situaciones de todos ellos son muy parecidas a pesar de que el punto de partida de cafeterías como La Biblioteca, con 33 empleados en nómina a los que ya se ha abierto un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, o la cafetería Nuevo Viena, con tres, es diferente. «Imagino que el Ayuntamiento hace lo que puede y se lo agradezco, pero no será esa medida la que salve mi empresa», manifiesta Mónica Suárez que cree que, como otras veces, «nos levantaremos de esta caída y trabajaremos quince y dieciocho horas para volver a sacar adelante el negocio», expresa una emprendedora ajena al desaliento.
En su oficina tramita las nóminas de esta primera quincena de mes para sus empleados y los pagos pendientes a proveedores, consciente de que «es necesario que haya los menores daños colaterales posibles».
Como ella, María José Díaz, de Nuevo Viena, a quien ya se le atragantó la apertura de su cafetería en coincidencia con la reforma del parque de Las Meanas, cree que «todas las medidas son fabulosas, pero siguen siendo pocas» y pide a todos un «ejercicio de solidaridad y empatía». Son ellos, la gran mayoría de los negocios a pie de calle, los que han tenido que cerrar, por eso le indigna que los ciudadanos se valgan de trucos para incumplir el confinamiento. «Esto es un cachondeo, yo veo a la gente desde mi ventana salir una y otra vez al supermercado, haciendo compras muy pequeñas. Desde el sábado, yo solo salí una vez a mi cafetería a recoger alimentos del frigorífico, por no salir ni siquiera he bajado aún la basura», consciente de que «cuanto mejor cumplamos el confinamiento, antes pasará esta situación».
A Pablo Vega, de La Llosa, le preocupan más las medidas aprobadas por el Gobierno central que por el municipal, con competencias más limitadas. Como todos los autónomos, aboga por la condonación del pago de la cuota de autónomos y una revisión del alquiler con el propietario del local. ¡Ay, el alquiler! Sin duda, el principal gasto de la mayoría de los negocios y el que les trae de cabeza.
Publicidad
Patricia Sampedro, de la tienda de ropa infantil Sin Cuentos, lo tiene claro: los 2.480 euros mensuales que paga por su bajo en la calle Rui Pérez son un gran lastre de un cierre obligado en la mejor época de su negocio, la de comuniones y bodas. Como el resto, cree que «todos tenemos que arrimar el hombro» porque si no «esto va a ser una catástrofe», añade Paloma Huerta, de la tienda Kyra. «Es una situación muy complicada para todos y cuando se recupere la normalidad todavía tardarán en llegar las ventas», aventura.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.