Un cocodrilo devora a un niño de diez años delante de sus hermanos

El hábitat cada vez menor de los depredadores de agua salada está provocando una mayor confrontación entre los animales y los humanos. La econmía y la población filipina cada vez crece más, por lo que los cocodrilos, que pueden llegar a medir 5 metros y a pesar hasta una tonelada, se han visto obligados a abandonar sus antiguos hábitats. Como resultado, se ha registrado un mayor número de altercados en los últimos años.

«Se llevan registrando casos continuos en la ciudad de Balabac desde 2005», informa Jovic Pabello, portavoz de un consejo gubernamental para la conservación del medio ambiente.

En febrero de este año, un cocodrilo atacó a un niño de 12 años que nadaba en un río de Balabac, pero logró liberarse del animal cuando sus hermanos golpearon la cabeza del reptil con remos hasta que le soltó. Un pescador fue asesinado por un cocodrilo, tres meses después de que su sobrina de 12 años también fuera arrastrada por un cocodrilo en 2017.

El grupo de islas de Palawan es el hogar de una gran diversidad de flora y fauna, pero está amenazado por un desarrollo incontrolado.

Los cocodrilos de agua salada son los reptiles vivos más grandes. Para cazar al más grande encontrado en 2017, se necesitaron tres semanas y cien personas para llevarlo a tierra.